El láser parece ser un arma efectiva en la lucha contra los años y las poco agradables arrugas, concluye una nueva investigación encabezada por la Dra. Susanne Dams, de la Universidad de Tecnología de Eindhoven en Holanda.
El láser permite tratamientos de alta precisión porque puede calentar elementos específicos de la piel mientras deja el resto sin dañar. Esto permite obtener un efecto óptimo.
La especialista analizó a fondo el proceso por el cual los pulsos de láser permiten el rejuvenecimiento de la piel, explica que los tratamientos con láser son una práctica muy común hoy en día pero aún queda mucho por dilucidar del proceso que subyace a sus efectos.
La Dra. Dams se propuso estudiar más a fondo como el calor del láser tiene un efecto en la piel, para lograrlo primero trabajó con cultivo de células y las expuso a pulsos de láser de entre 45º y 60º grados centígrados, después realizó experimentos similares con fragmentos de piel humana, y finalmente trabajó sobre el cuerpo de voluntarios.
La especialista encontró que los shocks de calor generaron un aumento en la producción de colágeno, un factor muy importante para el rejuvenecimiento de la piel ya que le da firmeza y elasticidad. Las personas producen cada vez menos de esta proteína a partir de los 25 años y eso genera las arrugas y las imperfecciones de la piel.
El mejor efecto se obtuvo con un calor de 45º C que duraba hasta 10 segundos, ya que temperaturas mayores dañaban la piel, en los cultivos celulares notó que dos segundos a 60º C generaron la muerte celular.
Un tema que todavía queda por averiguar es cuánto tiempo dura el efecto del láser sobre la piel, tras una sesión de láser la producción de colágeno vuelve a la normalidad tras dos días.