Finalmente una buena noticia para las familias relacionada con el juego: las niñas que juegan a los videojuegos con sus padres se comportan mejor, tienen mejor salud mental y se sienten más conectadas con sus familias, según un nuevo estudio. Investigadores de la Escuela de vida familiar de la Universidad Brigham Young estudiaron a 287 familias que tenían un hijo de 11 a 16 años. Y encontraron que los videojuegos más populares entre las niñas eran Mario Kart, Mario Brothers, Wii Sports, Rock Band y Guitar Hero. Entre tanto, los juegos más populares entre los niños eran Call of Duty, Wii Sports y Halo.
Las niñas no jugaban a los videojuegos con tanta frecuencia como los niños, pero tanto los niños como las niñas pasaban casi la misma cantidad de tiempo jugando videojuegos con sus padres. Mientras que jugar con los padres tenía poca influencia en el comportamiento, la agresión, los lazos familiares o la salud mental de los niños, los investigadores encontraron que entre las niñas, esta actividad representa el 20 % de la variación en estas áreas.
Los efectos positivos en las niñas son más fuertes cuando juegan a videojuegos apropiados para su edad, los investigadores indican que los padres son más propensos que las madres a jugar videojuegos con los hijos.
Es algo entre padres e hijas, pues no muchas madres dijeron que sí cuando se les preguntó si jugaban a videojuegos, comenta una de las autoras del estudio Laura Padilla-Walker. Jugar con los padres es probablemente un indicador de mayores niveles de implicación. Pero no es necesario jugar a videojuegos para establecer una buena relación padre-hijo. Cualquier tiempo cara a cara que tenga con sus hijos puede ser algo positivo, sobre todo si al niño le interesa esa actividad.