Las mujeres se automedican más

El peligro de automedicarse es que todo medicamento químico tiene diversos efectos secundarios

A pesar de las connotaciones negativas que suele tener el concepto de automedicación, en la actualidad constituye la forma más significativa del autocuidado en la población, explica Pilar Carrasco, del Servicio de Información y Noticias Científicas, autora principal del estudio y titular del departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública, Inmunología y Microbiología de la Universidad Rey Juan Carlos  en Madrid, España.

Según su investigación, publicada en Pharmacoepidemiology and Drug Safety, el 20,17% de los españoles consume medicamentos sin prescripción médica. De ellos, las mujeres se automedican más que los hombres con una prevalencia del 16,93% frente al 14,46%.

El factor que explica esta diferencia en función del género se refiere a la exposición al consumo de medicamentos, que es mayor en la mujer que en el varón. Esto se debe a que las mujeres sufren trastornos afectivos con mayor frecuencia y son más vulnerables en nuestra sociedad. Posiblemente esto se deba a una mayor predisposición entre las mujeres a reconocer y expresar su sintomatología.

Para realizar el estudio, los científicos utilizaron datos de 20.738 personas procedentes del Sistema Nacional de Salud. Edad, sexo, nacionalidad, estado civil, nivel educativo y estado ocupacional fueron las variables independientes analizadas.

A los encuestados, se les preguntó si en las últimas dos semanas habían consumido, sin prescripción médica, algún medicamento perteneciente a una lista elaborada por los investigadores. Tanto hombres como mujeres consumieron, sin receta médica, analgésicos, antipiréticos y medicamentos destinados a aliviar el resfriado común o el dolor de garganta.

La población de entre 16 y 44 años es la más proclive a automedicarse, con diferencias en función de género, nivel educativo, nacionalidad y hábitos de salud. El consumo de medicamentos sin prescripción es más frecuente entre las mujeres jóvenes y  sin dolencias crónicas. En ellas, esta práctica también se relaciona con el tabaquismo, el consumo de alcohol y el uso de terapias alternativas.

Las mujeres solteras con estudios universitarios, los hombres que cobran un buen salario al mes y los varones inmigrantes tienen más probabilidades de ingerir fármacos sin receta.

Para luchar contra esta práctica, la Organización Mundial de la Salud propone crear espacios donde se informe a los ciudadanos del uso correcto de los medicamentos. El consumo de medicamentos sin prescripción de manera irracional puede tener consecuencias graves en la salud individual y colectiva de la población por lo tanto, ante la duda, siempre se debe consultar a un profesional.


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