Las madres con hepatitis B pueden amamantar a sus bebés de manera segura, si toman ciertas precauciones, indica un nuevo estudio.
El virus de la hepatitis B causa inflamación del hígado y pueden generar daña crónico. La infección se contagia a través de la sangre, por compartir agujas contaminadas y mediante el sexo. Además, puede pasar al bebé en el embarazo y durante el trabajo de parto. Pero se desconocía si la lactancia también transmite el virus, señala un equipo en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine. Aun a las portadoras del virus, se les debe recomendar la lactancia porque es una valiosa fuente de nutrición para los bebés, coemnta el Dr. Zhongjie Shi, de la Temple University, en Filadelfia.
Los investigadores combinaron datos de 10 estudios publicados, que habían comparado las tasas de hepatitis B en bebés de más de 1.000 mujeres con el virus. La mitad amamantaba a sus bebés.
Para prevenir la transmisión de la hepatitis B materna, los bebés reciben una vacuna y otros fármacos inyectables al nacer. Se les vuelve a vacunar dos o tres veces más en el primer mes de vida.
Al año de edad, 31 de los 637 bebés amamantados tenían el virus de la hepatitis B, comparado con 33 de 706 bebés de las mujeres que no amamantaban. La mayoría de esos niños habían sido infectados durante la gestación o al nacer.
El Dr. Shi explicó que la sangre es la vía de transmisión más rápida para que el virus pase de madre a hijo, seguida del líquido amniótico y las secreciones vaginales. El autor agregó que la hepatitis B tiene una capacidad de causar infección hasta 100 veces más alta que el VIH, o virus del sida.
Las madres deberían evitar la lactancia si tienen lesiones o sangrado en los pezones o las mamas porque, eso facilitaría la transmisión del virus de la hepatitis B.
Según la Organización Mundial de la Salud, 350 millones de personas viven con la infección crónica de la hepatitis B y 2.000 millones estuvieron infectadas. Una de cada cuatro personas infectadas muere por cáncer de hígado o la cicatrización hepática que produce la enfermedad.
El Dr. Shi concluye que, aunque se necesitan más estudios, estos resultados «son muy valiosos para los países en desarrollo y las áreas con alta prevalencia (de hepatitis B) o gran densidad poblacional.
Fuente: Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine