¿Te has despertado adolorido y/o cansado? Despertar más cansado que la noche anterior definitivamente es frustrante.
Una de las razones por las que no descansamos como deberíamos es porque dormimos en posiciones que generan tensión en los músculos y en la columna vertebral. O sea, que además del estrés que vivimos durante el día, en las noches estamos poniendo más presión sobre nuestro cuerpo.
Afortunadamente la solución es sencilla: adoptar una de las siguientes posiciones en las que ponemos a nuestra columna en posición neutral. Esto es importante porque entre cada vértebra existe un disco intervertebral que requiere de espacio para rehidratarse y absorber nutrientes. Si no estamos en posición neutral, algunos de estos espacios se comprimen impidiendo que las vértebras se relajen y recuperen.
Lo primero es identificar cuál es tu posición preferida para dormir y después hacer pequeñas adaptaciones para mantener la columna relajada.
Coloca una almohada o una toalla enrollada entre tus rodillas. Para mejores resultados coloca otra entre tus tobillos o utiliza una almohada larga que llegue a ambas áreas. Existen algunas almohadas “de cuerpo completo” que se utilizan para mujeres embarazadas, que pueden ser muy útiles para esta posición.
2.- Dormir boca arriba
Coloca una almohada o toalla enrollada debajo de tus rodillas. También puedes colocar una almohada plana debajo de la espalda baja para darle mayor soporte a la región lumbar.
3.- Dormir boca abajo
Dormir boca abajo con la cabeza rotada hacia un lado no es recomendable porque pone mucha presión en el cuello y la parte lumbar de la columna. Una manera de mejorar esta posición es colocando una almohada en un costado para rotar el cuerpo, o colocar una almohada debajo del estómago. Pero definitivamente lo mejor es tratar de evitar esta posición.
La almohada
En cualquier postura es importante utilizar una almohada para mantener la columna recta. Ésta debe colocarse a la altura del cuello, no de los hombros y debe ser firme.