Es probable que usted esté familiarizado con lo fácil que es recordar cosas que nunca sucedieron, sobre todo si está con personas que recuerdan las cosas de la misma manera.
Investigadores británicos e israelíes usaron una novedosa prueba de memoria falsa y tecnología de escáneres cerebrales para averiguar cómo sucede. Alrededor del 70% de los que participaron en la prueba creían en las memorias implantadas, y ciertas partes de sus cerebros tendían a activarse más mientras lo hacían, reportaron los investigadores en la edición de julio de la revista Science.
La influencia social puede manipular eficazmente los rastros de memoria existentes, con frecuencia creando memorias falsas de larga duración, señaló el autor líder del estudio Micah Edelson, estudiante de postgrado del Instituto de Ciencias Weizmann en Rehovot, Israel. El cerebro parece hacerlo activando regiones que controlan las emociones, las interacciones sociales y el procesamiento de la memoria.
Para crear memorias falsas, pidieron a pequeños grupos de participantes que vieran un documental, y luego evaluaronsus recuerdos individuales de la película. También les preguntaron qué tan seguros estaban de que cada respuesta que daban era correcta, comenta Edelson. Luego, los investigadores intentaron fomentar las respuestas falsas mediante el uso de la influencia grupal «para cambiar… las respuestas correctas en las que confiaban en respuestas incorrectas».
Casi el 70 % de las veces, las personas del estudio creyeron la memoria falsa. De éstos, alrededor del 40 % siguió recordando la memoria falsa.
Los hallazgos de la investigación, en que también participó el Centro de Neuroimágenes Wellcome Trust del Colegio Universitario de Londres, son relevantes para aspectos de la vida real como el sistema legal, en que los testimonios de testigos con frecuencia convencen a los jurados.
La clave del experimento fue «la manipulación de la influencia social», dijo el profesor de psicología Henry L. Roediger III, de la Universidad de Washington en San Luis. Cuando los sujetos del experimento vieron que otras personas habían respondido de una forma, tendían a conformarse y responder de la misma forma.
Nadie resultó inmune a las sugestiones de las memorias falsas, señaló Edelson, aunque algunos pudieron apegarse a la realidad mejor que otros.
Los escáneres mostraron que áreas de la amígdala y el hipocampo del cerebro estaban más activas en las personas que con el tiempo creían las memorias falsas. El hipocampo afecta la memoria, mientras que la amígdala, probablemente tenga un papel crítico ya que está perfectamente situada… para mediar entre los sistemas de procesamiento socioemocional y de memoria del cerebro.
¿Qué significa todo esto para la vida diaria?
El Dr. Micah Edelson comenta que puede tener que ver con los casos legales en que testigos oculares de un evento hablan entre sí sobre lo que sucedió. Y añadió que es posible, aunque no se ha probado, que los efectos del pensamiento grupal sobre las memorias de los niños que «son muy propensos a la influencia social» puedan ser mayores que en los adultos.