Las dietas altas en, grasa, azúcar y alimentos procesados están bajando el IQ (Coeficiente intelectual) de los niños, sugiere un nuevo estudio. El informe dice que los hábitos alimentarios entre los niños de tres años favorece el rendimiento del cerebro.
Una dieta abundante de alimentos procesados a la edad de tres años está directamente asociada con un menor coeficiente intelectual a la edad de ocho años y medio, según un estudio de Bristol de miles de niños británicos.
El Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos es el seguimiento de la salud a largo plazo y el bienestar de unos 14.000 niños.
Alimentos ricos en vitaminas y nutrientes, ayudó a aumentar el rendimiento mental de los jóvenes cuando se hacían mayores, según detalla la Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria.
Los investigadores dijeron que las dietas de los niños pueden cambiar los niveles de IQ en la niñez, aun cuando los hábitos alimenticios mejoren con la edad. Esto sugiere que cualquier hábito cognitivo / conductual en relación a la alimentación en la primera infancia, puede persistir en la infancia tardía, a pesar de cualquier cambio posterior a la ingesta de la dieta.
Durante el estudio, los padres completaron cuestionarios detallando los tipos y la frecuencia de las comidas y bebidas de sus hijos cuando tenían tres, cuatro, siete y ocho años y medio de edad.
Cada aumento de un punto en la puntuación del estudio de los hábitos alimentarios – un registro de la ingesta de grasas elaboradas – se asoció con una caída 1,67 puntos en el coeficiente intelectual.
El cerebro crece a ritmo más rápido durante los tres primeros años de vida.
Es posible que una buena nutrición durante este período pueda fomentar el crecimiento óptimo del cerebro.
El director de la Escuela de Alimentos Fiduciario de la investigación, Michael Nelson, comenta que: Teniendo en cuenta que alrededor del 23% de los niños comienzan la escuela con sobrepeso u obesidad, es absolutamente claro que las opciones saludables deben ser parte de su desarrollo temprano, no sólo para mantener un peso saludable a medida que crecen, también mejorando su capacidad intelectual en los estudios.
Estos resultados también demuestran la importancia de ayudar a todos los involucrados con el desarrollo infantil temprano para obtener la información y el asesoramiento que necesitan para una buena nutrición.