La OMS ha lanzado por primera vez una guía con recomendaciones encaminadas a prevenir el VIH entre adolescentes.
Más de dos millones de adolescentes (entre 10 y 19 años) en todo el mundo viven con el virus del VIH y la mayoría de ellos no recibe un tratamiento adecuado, lo que ha causado que la mortalidad en este grupo de población aumente un 50$ entre 2005 y 2012.
Este alarmante dato llama más la atención si se compara con el descenso generalizado de la mortalidad por el VIH en un 30% en todos los grupos de edad desde 2005, según datos divulgados por la Organización Mundial de la Salud.
En el marco de la celebración del Día Mundial contra el Sida, el próximo 1 de diciembre, la OMS ha lanzado por primera vez una guía con recomendaciones encaminadas para prevenir el VIH entre adolescentes y evitar así nuevas transmisiones del virus, ya que millones de adolescentes corren el riesgo de infectarse.
La cifra de adolescentes con VIH se incrementó en un 40% de 2001 a 2012, periodo en el que se pasó de 1.5 millones de infectados a 2.1 millones, y el número de muertes por VIH entre éstos casi se triplicó, al pasar de 38 mil en 2001 a 107 mil el pasado año.
Según la OMS, una séptima parte de las nuevas infecciones por VIH en todo el mundo se producen durante la adolescencia y, a menudo, las personas afectadas no saben que están infectadas. Por ejemplo, en el África Subsahariana se estima que sólo el 10% de los chicos de entre 15 y 25 años y un 15% entre las chicas de esa edad son conscientes de su condición de seropositivos.
En esta zona, una de las más afectadas del mundo por la epidemia de sida, muchos de los bebés que nacieron la pasada década infectados son ahora adolescentes, según el director del departamento del Sida/VIH del la OMS, Gottfried Hirnschall.
Los adolescentes afrontan presiones sociales y emocionales muy difíciles, y a menudo confusas, mientras pasan de niños a adultos, por lo que requieren servicios médicos de prevención de VIH adaptados a su situación.
Los adolescentes tienen menos posibilidades de ser sometidos a las pruebas del VIH que los adultos y necesitan más ayuda para vigilar su salud y seguir con compromiso un tratamiento antirretroviral.
Entre los adolescentes las chicas, los chicos que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, los que se inyectan drogas o las personas víctimas de explotación sexual presentan un mayor riesgo de contagio por VIH.
Los jóvenes con VIH sufren muchas barreras, como leyes discriminatorias, desigualdad y estigmatización que les impiden acceder a los servicios médicos básicos para detectar, prevenir y tratar el VIH, a menos que se retiren estas barreras, el sueño de una generación libre de sida será inalcanzable.
La OMS y otras agencias de Naciones Unidas han recomendado a los gobiernos que revisen sus leyes para facilitar a los adolescentes el acceso a las pruebas del VIH sin necesidad de consentimiento paterno, además de sugerirles maneras para mejorar la calidad de estos servicios de prevención y apoyo a este colectivo.
También proponen que se incluya a los adolescentes en la toma de decisiones al respecto, para lograr una nueva aproximación a la prevención del VIH que se adecúe a las necesidades de las personas de esa edad.
Fuente: OMS