La menopausia es el período de transición en la vida de una mujer cuando los ovarios dejan de producir óvulos, su cuerpo produce menos estrógeno y progesterona, y la menstruación se vuelve menos frecuente, hasta que finalmente cesa.
La menopausia es un hecho natural que ocurre normalmente entre los 45 y 55 años de edad.
Una vez que la menopausia se completa (denominada posmenopausia) y usted no ha tenido el período por un año, ya no tiene riesgo de quedar embarazada.
Los síntomas de la menopausia son causados por cambios en los niveles de estrógeno y progesterona. Los ovarios producen menos de estas hormonas con el tiempo. Los síntomas específicos que se experimentan y su grado (leve, moderado o intenso) varían de una mujer a otra.
Una disminución gradual de los niveles de estrógeno generalmente permite que el cuerpo se ajuste lentamente a los cambios hormonales. Los sofocos y sudores son peores durante los primeros 1 a 2 años después del último período. Los síntomas de menopausia pueden durar 5 años o más.
Los niveles de estrógeno pueden bajar repentinamente después de algunos tratamientos médicos, como se ve cuando se extirpan los ovarios quirúrgicamente (llamada menopausia quirúrgica). Los síntomas pueden ser más graves y empezar de forma más repentina en estas circunstancias.
Como resultado de la disminución de los niveles hormonales, los cambios ocurren en todo el aparato reproductor femenino. Las paredes vaginales se vuelven menos elásticas y más delgadas y la vagina se vuelve más corta. Las secreciones lubricantes de la vagina se vuelven acuosas. El tejido genital externo se adelgaza, lo cual se denomina atrofia de los labios.
En algunas mujeres, el flujo menstrual se detiene repentinamente, lo más común es que disminuya lentamente con el tiempo. Durante este tiempo, los períodos menstruales generalmente se hacen ya sea más seguidos o espaciados más ampliamente. Esta irregularidad puede durar de 1 a 3 años antes de que la menstruación cese por completo. Antes de esto, la duración del ciclo se puede acortar a tan solo cada tres semanas.
Los síntomas comunes de la menopausia abarcan: Latidos cardíacos fuertes o acelerados
Sofocos, sudores fríos, enrojecimiento de la piel, problemas para dormir, disminución del interés sexual, posiblemente disminución de la respuesta a la estimulación sexual, fallas en la memoria (en algunas mujeres), dolores de cabeza, períodos menstruales irregulares, cambios en el estado de ánimo incluyendo irritabilidad, depresión y ansiedad, escapes de orina, resequedad vaginal y relaciones sexuales dolorosas, infecciones vaginales, dolores articulares, latidos cardíacos irregulares (palpitaciones)
Se pueden utilizar exámenes de orina y de sangre para medir los cambios en los niveles hormonales que pueden indicar cuándo una mujer está cerca de la menopausia o ya ha llegado a ella. Los exámenes más comunes miden: Estradiol, hormona foliculoestimulante, hormona luteinizante
Un examen pélvico puede indicar cambios en el revestimiento vaginal causados por la disminución en los niveles de estrógenos, un examen de densidad ósea para evaluar niveles de baja densidad en los huesos que se presentan con la osteoporosis. La tasa de pérdida ósea se incrementa durante los primeros años después del último período.
El tratamiento con hormonas puede ayudar si usted tiene síntomas severos como sofocos, sudores fríos o resequedad vaginal.
Discuta con el médico la decisión de tomar hormonas, sopesando los riesgos frente a cualquier posible beneficio. Conozca las opciones disponibles actualmente para usted, que no implican tomar hormonas. Cada mujer es diferente. El médico debe conocer su historia clínica completa antes de prescribirle hormonoterapia.
Si tiene el útero y decide tomar estrógenos, también tiene que tomar progesterona para prevenir el cáncer endometrial (cáncer del revestimiento del útero), pero si no tiene el útero, la progesterona no es necesaria.
Algunos estudios han cuestionado los riesgos y beneficios de la hormonoterapia para la salud, incluyendo el riesgo de desarrollar cáncer de mama, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y coágulos de sangre.
Actualmente se apoya el uso de la hormonoterapia para el tratamiento de los sofocos. La hormonoterapia se puede iniciar en mujeres que recientemente hayan entrado en la menopausia.
La hormonoterapia no se debe emplear en mujeres que hayan comenzado la menopausia hace muchos años. Una excepción son las cremas vaginales con estrógenos, el medicamento no se debe utilizar por más de 5 años.
Las mujeres que toman hormonoterapia deben tener un riesgo bajo inicial de accidente cerebrovascular, cardiopatía, coágulos de sangre o cáncer de mama.
Para reducir los riesgos de una hormonoterapia con estrógenos y obtener igualmente los beneficios del tratamiento, utilizando una dosis más baja de estrógeno o un preparado diferente de estrógeno (por ejemplo una crema vaginal en vez de una pastilla).
Someterse a exámenes pélvicos y citologías vaginales regulares y frecuentes para detectar problemas lo más temprano posible.
Someterse a exámenes físicos frecuentes y regulares, incluyendo exámenes de mama y mamografías.
Hay algunos medicamentos disponibles para ayudar con los cambios en el estado de ánimo, las oleadas de calor o sofocos y otros síntomas. Estos medicamentos incluyen dosis bajas de antidepresivos tales como paroxetina, venlafaxina,bupropión y fluoxetina o clonidina, que normalmente se emplea para controlar la presión arterial alta. La gabapentina también es efectiva para reducir los sofocos.
La buena noticia es que usted puede tomar muchas medidas para reducir los síntomas sin tomar hormonas: Evite la cafeína, el alcohol y los alimentos condimentados, use ropa ligera y en capas, consuma alimentos de soya, vitamina D y calcio de alimentos o suplementos
haga ejercicio, los ejercicios de Kegel diariamente pueden fortalecer los músculos de la vagina y la pelvis, practique respiraciones lentas y profundas cada vez que se comience a presentar un sofoco (trate de tomar 6 respiraciones por minuto), continúe sexualmente activa, ensaye con técnicas de relajación como yoga, tai chi o meditación, utilice lubricantes a base de agua durante la relación sexual.
Se puede presentar sangrado posmenopáusico, pero a menudo no es nada de qué preocuparse. Sin embargo, el médico siempre debe revisar cualquier sangrado posmenopáusico, dado que puede ser un signo temprano de otros problemas, incluyendo cáncer.
La disminución en los niveles de estrógeno también está asociada con los siguientes efectos secundarios a largo plazo:
Pérdida ósea y finalmente osteoporosis en algunas mujeres
Cambios en los niveles de colesterol y mayor riesgo de cardiopatía
Usted puede reducir el riesgo de problemas a largo plazo, como osteoporosis y cardiopatía, tomando las siguientes medidas: Controle la presión arterial, el colesterol y otros factores de riesgo de cardiopatía, NO fume, ya que el consumo de cigarrillo puede causar menopausia temprana
Consuma una alimentación baja en grasa, haga ejercicio regularmente, los ejercicios de resistencia ayudan a fortalecer los huesos y mejorar el equilibrio
Si muestra signos iniciales de pérdida ósea o tiene un fuerte antecedente familiar de osteoporosis, hable con el médico acerca de los medicamentos que pueden ayudar a detener un debilitamiento mayor.