La Ranitidina esta indicada en:
Tratamientos cortos de úlcera duodenal activa durante 4 semanas.
Terapia de mantenimiento para pacientes con úlcera duodenal después del periodo agudo a dosis menores.
En el tratamiento de hipersecreción patológica (síndrome Zollinger-Ellison y mastocitosis sistémica).
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:
Sólo debe ser usada durante el embarazo si es estrictamente necesario, se excreta a la leche materna así que depende del beneficio en la madre para suspender la droga o la lactancia.
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: En ocasiones, mareo, somnolencia, insomnio y vértigo; en casos raros: confusión mental reversible, agitación, depresión y alucinaciones.
Como con otros bloqueadores H2 se han reportado: arritmias, taquicardia, bradicardia, asistolia, bloqueo auriculoventricular; a nivel gastrointestinal: constipación, diarrea, náusea, vómito, molestia abdominal y, en raras ocasiones, pancreatitis, elevación transaminasas hepáticas, hepatitis; eventos reversibles al suspender el medicamento; puede haber artralgias y mialgias, rash cutáneo, eritema multiforme y, raramente, alopecia y en raras ocasiones, reacciones de hipersensibilidad.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: Aunque se ha reportado que Ranitidina no actúa con sistema oxidativo hepático, no inhibe al citocromo P-450. Se tienen reportes aislados demostrando que la Ranitidina puede afectar la viabilidad de ciertas drogas por algún mecanismo no identificado.
Cuando se combina con warfarina puede aumentar o disminuir el tipo de protrombina.
Precauciones en relación con efectos de carcinogénesis, mutagénesis, teratogénesis y sobre la fertilidad: Ranitidina carece de efectos mutagénicos y sobre la fertilidad.
En úlcera gástrica activa para tratamientos cortos y después para terapia de mantenimiento por periodos de 6 semanas.
En el tratamiento del síndrome de reflujo gastroesofágico.
En esofagitis erosiva diagnosticada por endoscopia
Dosis y vía de administración: Oral e intravenosa.
En pacientes con úlcera gástrica, duodenal o esofagitis por reflujo, la dosis recomendada es de 300 mg al acostarse, o bien, 150 mg dos veces al día, durante 4 a 8 semanas; siendo la dosis de mantenimiento de 150 mg por la noche. En pacientes con síndrome de Zollinger-Ellison la dosis inicial es de 150 mg tres veces al día.
En estos pacientes las dosis máximas que se han indicado son de 600 y 900 mg/día, reportándose buena tolerancia.
Vía intravenosa: Administrarse en forma lenta en 1 ó 2 minutos, diluyendo los 50 mg en 20 ml de solución salina, glucosada o de Hartman, pudiendo repetir la dosis cada 6 u 8 horas.
Infusión continua: Se administra a razón de 25 mg por hora, durante dos horas, cada 6 u 8 horas. Para prevenir el síndrome de Mendelson, si es cirugía electiva, se deberá administrar 50 mg la noche previa y 50 mg junto con la solución anestésica. En cirugía de urgencia se deberá administrar 50 mg lo antes posible. El uso de Ranitidina en estas condiciones no debe impedir la utilización correcta de la técnica anestésica durante la inducción.
Precauciones generales: Los síntomas que se presentan con la terapia de Ranitidina pueden enmascarar la presencia de cáncer gástrico.
En pacientes con enfermedad renal debe ajustarse la dosis ya que su eliminación es renal y se debe usar con precaución en insuficiencia hepática.
Se han reportado casos de ataques de porfiria en pacientes con porfiria previamente diagnosticada. En algunos pacientes se han reportado elevación TGP después de grandes dosis de Ranitidina por más de 5 días.
Se puede presentar bradicardia secundaria a la administración rápida intravenosa de Ranitidina.
Contraindicaciones: Hipersensibilidad a Ranitidinma o alguno de sus ingredientes.