No sólo las mujeres están biológicamente preparadas para cuidar a sus bebés cuando son madres. Un nuevo estudio de la Universidad de Northwestern, en EUA, a cargo del Dr. Christopher Kuzawa revela que la paternidad produce cambios hormonales en los hombres, como la reducción de testosterona, para hacerlos mejores padres.
Según los científicos esta reducción abrupta en la hormona masculina hace a los hombres más leales y más propensos a quedarse en casa cerca de la familia.
El estudio, se publicó en Proceedings of the National Academy of Sciences siguió a 624 hombres de entre 21,5 y 26 años durante 4,5 años, antes y después de que se convirtieran en padres.
Los científicos encontraron que en cuanto un hombre tenía un bebé sus niveles de testosterona bajaban sustancialmente, los participantes con bebés de menos de un mes de nacidos tenían niveles particularmente reducidos de la hormona.
También se notaron disminuciones importantes en los hombres que estaban más involucrados en el cuidado del bebé.
Criar a un bebé es un esfuerzo muy grande y por necesidad es una tarea conjunta, el estudio demuestra que los padres están biológicamente preparados para ayudar con la tarea.
Según los investigadores, lo más interesante es que los hombres con los niveles más altos de testosterona son los que tienen más probabilidades de convertirse en padres. Sin embargo, una vez que nace el bebé el nivel de la hormona se reduce considerablemente.
La paternidad y las exigencias de cuidar a un bebe recién nacido requieren muchos ajustes emocionales, psicológicos y físicos.
Los investigadores también creen que los niveles menores de testosterona podrían proteger contra ciertas enfermedades crónicas, y esto podría explicar, al menos parcialmente, porqué los hombres casados y los padres a menudo tienen mejor salud que los hombres solteros de la misma edad.
El estudio revela que la vida y la biología parecen ser mucho más sutiles y adaptables de lo que habíamos imaginado y que hay un intercambio hormonal y conductual entre la sexualidad y la paternidad, uno que requiere un alto nivel de testosterona y el otro un bajo nivel.