Durante mucho tiempo se ha debatido cuál es la mejor forma de introducir a los niños a los alimentos sólidos después de que dejan el período de lactancia materna.
Introducir sólidos con porciones de alimentos que el bebé coma solo, puede protegerlo contra obesidad.
Los estudios hasta ahora se habían centrado en cuál es el mejor momento para dejar de amamantar y no cuál es la mejor forma de introducir a los niños a la alimentación.
Ahora una reciente investigación a cargo de la Dra. Ellen Townsend de la Universidad de Nottingham en Inglaterra, revela que lo mejor es ofrecer a los bebés una selección variada de porciones pequeñas de alimentos sólidos, como bocadillos y dejar que ellos elijan sus favoritos.
Los investigadores comentan que no sólo tendrá un impacto positivo en la formación de hábitos sanos de nutrición, sino además protegerá al niño de una futura obesidad o sobrepeso.
Las recomendaciones de los expertos sanitarios afirman que la mejor alimentación en los primeros meses de vida es la leche materna y el consejo para las madres es que amamanten a sus bebés durante seis meses, pasado este período la forma tradicional de introducir a los infantes a la alimentación es darles purés o papillas variadas que la madre selecciona.
El nuevo estudio, publicado en la Revista Médica Británica, encontró que es mejor dejar que sean los bebés los que elijan sus propios alimentos, esta forma de introducir la alimentación sólida puede ayudar a mantener un peso sano y proteger contra la obesidad más tarde en la vida.
El estudio siguió a 155 niños de entre 20 meses y 6,5 años, cuyos padres completaron cuestionarios detallados sobre los hábitos alimenticios y preferencias de sus niños, a 92 niños se les permitió alimentarse solos (con las manos) con bocadillos de alimentos variados y 63 fueron alimentados por sus padres con papillas a cucharadas.
Todos los niños recibieron durante el período de estudio alimentos de todos los grupos: carbohidratos, frutas y verduras, proteínas y productos integrales.
Los científicos sólo encontraron diferencias significativas en uno de los grupos alimenticios incluidos en el sondeo, los resultados mostraron que los niños que se alimentaron solos solían comer más carbohidratos que los niños alimentados con papillas.
Sin embargo, entre los niños alimentados con papillas, los alimentos favoritos eran los dulces, se observó esta preferencia a pesar del hecho de que junto con los alimentos dulces, los niños alimentados con papillas recibieron más a menudo carbohidratos, frutas y vegetales, proteínas y alimentos integrales que los niños que se alimentaron con bocadillos.
Al final del estudio se encontró que más niños alimentados con papillas tenían sobrepeso o eran obesos que los niños que comían bocadillos solos.
Tal como señala la Dra.Townsend, los resultados sugieren que los infantes que se destetan con un enfoque de alimentarse solos con sus propias elecciones aprenden a regular su consumo de alimentos en una forma que conduce a un menor IMC (índice de masa corporal) y a una preferencia por los alimentos sanos, como carbohidratos.