El equipo de investigación señaló que la distribución de la grasa corporal se relaciona al riesgo de desarrollar cáncer de mama Receptor de Estrógeno positivo.
La distribución de toda la grasa corporal no se asocia en general con con un mayor riesgo de cáncer de mama, según el estudio, que aparece en la revista Journal of the National Cancer Institute.
El cáncer de mama de receptor de estrógeno (RE) negativo significa que el cáncer no tiene receptores para la hormona femenina estrógeno, de manera que ésta no estimula el desarrollo del cáncer. El equipo de investigación, liderado por la Dra. Holly R. Harris del Hospital Brigham y de Mujeres y de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, comenta que investigaciones anteriores han sugerido que la composición de la grasa corporalgeneral, según la indica el índice de masa corporal o IMC, tiene una relación bastante compleja con el riesgo de cáncer. Por ejemplo, tener un IMC más alto se ha relacionado previamente con un aumento en el riesgo de cáncer de mama postmenopáusico, pero no con el premenopáusico.
Los investigadores dicen que las mujeres premenopáusicas que tienen grasa excesiva que rodea los órganos de la región abdominal son más propensas a desarrollar la afección prediabética conocida como hiperinsulinemia. Experimentos en laboratorio han mostrado que los receptores de insulina pueden fomentar el crecimiento de las células del cáncer de mama. En su investigación más reciente, la Dra. Harris y sus colegas se enfocaron en datos sobre más de 116,000 mujeres inscritas en el Estudio de salud desde 1989, y que incluían la circunferencia de la cintura y la cadera, registrada en 1993.
El hecho de que el cáncer de mama Receptor de Estrógeno Negativo se relacionó de forma más contundente con la grasa abdominal y con la proporción entre cadera y cintura que el cáncer RE positivo sugiere, que el medio por el cual la distribución de la grasa corporal influye sobre el riesgo de cáncer no tiene que ver con las vías hormonales, éstos hallazgos pueden sugerir que una vía relacionada con la insulina vinculada a la grasa abdominal tiene que ver con el desarrollo del cáncer de mama premenopáusico.