Un estudio reciente a cargo de la Dra. Elizabeth Pearce, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, sugiere que la sorprendente carencia de yodo, que es la causa más común de daño cerebral en todo el mundo, puede ser endémica en el Reino Unido a pesar de que es uno de los trastornos más fáciles y menos costosos, según informes de la Organización Mundial de la Salud.
El estudio se publico en la revista The Lancet, los investigadores informaron que el 70 % de niñas de 14 a 15 años en el Reino Unido pueden tener una deficiencia de yodo, que es esencial para mantener la función de la hormona tiroidea y se produce naturalmente en el agua de mar.
La mitad de los 800 adolescentes encuestados aparecen con una deficiencia leve de yodo, mientras que el 15 % resultaron ser moderadamente deficientes, una clasificación que se ha vinculado a la disminución del coeficiente intelectual en toda la población por 15 puntos.
Por lo menos 1 % de los encuestados resultaron tener una grave deficiencia de yodo, que es preocupante ya que las mujeres podrían quedar embarazadas en el mediano plazo, los autores encontraron deficiencias de yodo que pueden causar problemas, como bocio, la inflamación de la glándula tiroides, y el deterioro cognitivo en todo el ciclo de vida, y las mujeres embarazadas son particularmente susceptibles a los posibles efectos negativos, los niveles adecuados de yodo son de importancia crítica para el desarrollo neuronal de los bebés en el útero materno.
La gran mayoría de las sales de mesa son yodadas, una práctica que comenzó en la década de 1920, comenta Mark O’Keefe, director de comunicaciones del Instituto de la Sal, de la Organización Mundial del Comercio, que también elogió el proceso como una de las intervenciones dietéticas más eficaces del siglo 20, sin embargo, esa cifra no incluye la sal que se usa en los alimentos comerciales, que a menudo no están yodadas, así como muchas sales del mar.
En el Reino Unido, el acceso a la sal yodada es más limitado, la Dra. Pearce estima que menos del 5 % de la sal que se vende en el Reino Unido está yodada, lo que explica los niveles inferiores de yodo.