Los resultados de un estudio realizado por la Dra. Laura Baker, especialista en memoria de la University of Washington y del Sistema de Salud Puget Sound del Departamento de Asuntos del Veterano, en Seattle EUA, sugiere que la aplicación diaria de inyecciones hormonales reforzaría la agilidad mental en los adultos mayores con o sin trastornos cognitivos leves.
Los participantes que recibieron hormona liberadora de la hormona de crecimiento (GHRH, por su nombre en inglés), en lugar de un placebo, rindieron mejor en las pruebas de atención y concentración, que es lo que se conoce como función ejecutiva.
Además, los efectos mejoraron sus actividades cotidianas, muchos participantes tratados con las inyecciones decían que se sentían mejor. Cuando terminó el ensayo, querían saber dónde podían conseguirlas, comenta la Dra. Baker.
La autora aclaraque el tratamiento sigue siendo experimental y que la GHRH no está aprobada para el tratamiento del deterioro mental, cada inyección de la hormona, que el productor proporcionó gratuitamente para el estudio, cuesta 700 dólares.
Es una buena noticia en potencia, pero no tanto como para que la población empiece a utilizarla de inmediato, dijo el Dr. Ronald C. Petersen, director del Centro de Investigación del Alzheimer de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota.
El estudio, publicado en Archives of Neurology, incluyó a 152 personas de entre 55 y 87 años. 66 tenían deterioro cognitivo leve, que variaba entre los olvidos y la demencia.
La GHRH es una hormona que produce el hipotálamo del cerebro y está asociada con el sistema productor de la insulina, pero también tiene otros efectos. Disminuye naturalmente con la edad, lo que está asociado con el deterioro de la memoria y la función ejecutiva.
En el estudio, los participantes recibieron una inyección diaria de una versión sintética de la GHRH o un placebo durante cinco meses.
Al final, el grupo tratado con la hormona rindió mejor que el grupo de control en las pruebas psicológicas de la función ejecutiva, tuvieran o no deterioro cognitivo leve.
Se necesitan más estudios para conocer los efectos del tratamiento en el largo plazo.
La autora agregó que es muy pronto para decir si la hormona frenaría el avance de la enfermedad de Alzheimer, un mal que afecta millones de personas en todo el mundo y que amenaza con crecer exponencialmente debido al envejecimiento poblacional global.
Fuente: Archives of Neurology