La intimidad no lleva a la felicidad si implica una cercanía incómoda, o si no hay el suficiente nivel de intimidad como para sentirse especial según un estudio realizado por el Dr. David Frost, psicólogo y profesor de Salud familiar en la Facultad Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia en EUA, quien junto a su equipo de investigación, hallaron que su media naranja puede estar distante emocionalmente y aun así ofrecerle una relación satisfactoria. La clave, es que usted debería tener un nivel de intimidad tan grande como quiera que sea.
El estudio halló que las personas que desean tener más intimidad en su relación y las que quieren que haya una mayor distancia tienen el mismo riesgo de que la relación sea problemática, relata el Dr. Frost, si quiere que su relación sea saludable y gratificante, es importante que encuentre la manera de alcanzar el nivel de intimidad que se considere ideal con su pareja,
Para realizar el estudio se seleccionaron a 700 hombres y mujeres de Estados Unidos y Canadá, los participantes llenaron formularios en línea sobre sus relaciones, en donde se les preguntó sobre la intimidad, o hasta qué punto se identificaban con sus parejas y compartían los valores, como la visión de la vida y algunos rasgos de personalidad. También se les preguntó por su satisfacción con la relación, su compromiso, sus ideas de dejar la relación y si padecían síntomas de depresión.
El 57% de los hombres y mujeres encuestados afirmó que había demasiada distancia en la relación, los investigadores también hallaron que el 37% de los participantes estaban contentos con el nivel de intimidad de sus relaciones y el 5% se sentían demasiado cerca de su pareja.
El equipo del Dr. Frost halló que la discrepancia entre el grado de intimidad de la relación y el nivel deseado de la misma estaba asociada con una peor calidad de la relación y con un aumento de los síntomas de depresión. No importaba si los participantes sentían que en la relación había demasiada intimidad o demasiada distancia. Los efectos negativos se presentaban solo cuando los participantes no alcanzaban el nivel de intimidad que deseaban en la relación.
Durante el transcurso del estudio, mejoró la calidad de la relación de los participantes en la que cambió el nivel de intimidad de la misma y se acercó así a la que esperaban. En estos casos, la salud mental de los participantes también mejoró, por otro lado, cuando no se alcanzaba el nivel deseado de intimidad, las parejas tenían más probabilidades de no ser felices y de terminar con la relación.
Los autores del estudio creen que las diferencias en el nivel de intimidad deseado en una relación deben tener su importancia en la psicoterapia tanto individual como de pareja.
Lo mejor es no dar demasiadas cosas por sentado sobre lo que constituye una relación saludable, comenta el Dr. Frost, es necesario que las personas digan qué nivel de intimidad tienen en su relación y compararlo con el nivel de intimidad que les gustaría tener de forma ideal.
El estudio fue publicado en la revista Personality and Social Psychology Bulletin.