La ‘Medida B’, que impone el uso de preservativo en todos los rodajes del filmes pornográficos en el condado de Los Ángeles, que concentra, en el valle de San Fernando, a la mayor parte de la industria, fue adoptada por el 55,9% de los votantes del condado.
La medida, presentada por parte de la iniciativa de una organización antisida, la fundación AIDS Healthcare, impone a todos los productores de filmes porno obtener un permiso de rodaje con los servicios de salud californianos.
Los servicios de salud californianos realizarán por su parte controles regulares e inopinados sobre los rodajes para asegurarse que los actores trabajan con preservativos.
La coalición de oponentes al texto anunció en un comunicado su intención de bloquear ante los tribunales la aplicación del texto y pedirán a las autoridades del condado suspender la medida en tanto que la justicia no se pronuncie.
Diane Duke, directora general de la Coalición por la Libre Expresión (Free Speech Coalition, FSC), que reúne al grueso de productores de películas porno, envió por su parte un correo a los responsables del condado para quejarse de la ley, ya que la considera insostenible para la industria del porno.
La Coalición por la Libre Expresión amenaza con cambiar la localización de sus producciones hacia condados más «acogedores» en la industria del porno, que factura 1.000 millones de dólares y representa 10.000 empleos.
El presidente de la fundación AIDS Healthcare, Michael Weinstein, valoró que se apruebe el texto como una decisión mayor en la cuestión del sexo sin riesgo, según la fundación, el uso del preservativo es la única manera de evitar la transmisión de enfermedades sexuales en los rodajes.
En 2011 la producción de películas porno se detuvo de manera provisional luego de que un actor dió positivo en las pruebas del sida.
La industria del cine porno estadounidense anunció que iba a reclamar ante la justicia la obligación de usar el preservativo en los rodajes, una medida ratificada en el condado de Los Ángeles.