Una encuesta realizada a 1000 jóvenes australianas revela que un 13% había tenido incontinencia urinaria el mes anterior. Eso se traducía en pérdidas de orina al hacer ejercicio o tener que correr al baño para evitar un accidente.
La noción tradicional es que la incontinencia es una consecuencia del embarazo y el envejecimiento señala la Dra. Susan R. Davis, de la Universidad de Monash, en Melbourne.
Lo que impulsó a realizar este estudio fue el hecho de que nadie se había ocupado de la incontinencia en las mujeres jóvenes que no habían estado embarazadas, el estudio favorece significativamente el conocimiento de la incontinencia urinaria en las mujeres jóvenes.
Un mensaje clave de este estudio es que la incontinencia urinaria es un trastorno importante para las mujeres de todas las edades, la cifra del 13% sería una subestimación o una sobreestimación porque las participantes, que tenían unos 22 años, habían sido convocadas en los campus universitarios y centros de salud.
El estudio, publicado en Annals of Internal Medicine, intenta develar los factores de riesgo potenciales de la incontinencia urinaria en las mujeres jóvenes sin hijos, las participantes que eran sexualmente activas y que no utilizaban píldoras anticonceptivas eran las que más riesgo tenían de padecer incontinencia: el 22% había tenido problemas urinarios el mes anterior, comparado con el 10% de las participantes que nunca habían tenido relaciones o eran sexualmente activas o utilizaban la píldora.
La relación con la actividad sexual esta asociada con las infecciones urinarias, las mujeres sexualmente activas tienen alto riesgo de desarrollar esas infecciones, que pueden causar incontinencia. Pero se desconoce la explicación del resultado sobre las píldoras anticonceptivas, se necesitan más estudios para determinar si las píldoras tienen algún efecto en los trastornos del control de la vejiga.
Los autores no hallaron una prueba sólida de que el sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar incontinencia urinaria, a diferencia de lo hallado en las adultas mayores. El mensaje es que si una mujer joven padece incontinencia urinaria no debe avergonzarse de consultar al médico.
Fuente: Annals of Internal Medicine