Cuanto más sepa sobre su diagnóstico y las opciones de tratamiento, más probabilidad tendrá de recibir el tratamiento adecuado. La gran mayoría de las enfermedades son más tratables de lo que eran antes, pero también hay muchas más opciones de tratamiento y procedimientos más complicados. Obtener una segunda opinión le ayudará a conocer estas opciones y le ayudará a tomar una decisión informada sobre lo que es mejor para usted.
Las segundas opiniones no ofenden a los médicos competentes, sin embargo, le aportan tranquilidad a usted y a su familia y le permiten recibir el tratamiento más adecuado.
Una segunda opinión es una revisión del diagnóstico y de las recomendaciones de tratamiento del médico que está tratando su padecimiento realizada por otro médico independiente. El paciente o el médico principal pueden iniciar el proceso de obtener una segunda opinión. Habitualmente, los pacientes obtienen una segunda opinión después de haber sido remitidos a un segundo médico o a un equipo especial de expertos en un centro médico, denominado equipo multidisciplinario. Este médico o equipo de médicos revisará lo siguiente:
El informe de anatomía patológica, el estado físico del paciente, el tratamiento propuesto, el o los médico(s) puede(n) comunicar su opinión sobre el tratamiento tanto al paciente como al médico principal.
Una segunda opinión deben ser independiente y quien mejor puede realizarla es un médico o un equipo de médicos que no tengan una relación estrecha con el médico responsable del paciente. El problema de obtener una segunda opinión de un médico al que le han remitido a usted es que puede haber una tendencia de los médicos responsables a remitir a los pacientes a médicos con las mismas filosofías de tratamiento, lo que asegura que la segunda opinión no es muy diferente de la del médico original. Las segundas opiniones tienen más probabilidad de ser amplias o incluir todas las perspectivas posibles, cuando se realizan en un centro médico con un equipo multidisciplinario.
Una segunda opinión es parte del proceso de educación que es fundamental para los pacientes. Los tratamientos médicos han evolucionado de forma tremenda en el pasado reciente. Como consecuencia de ello, muchos padecimientos son más tratables de lo que eran antes, especialmente si se selecciona el tratamiento inicial adecuado. Para recibir el tratamiento adecuado, los pacientes deben conocer el tipo de cáncer que tienen y las opciones de tratamiento que están disponibles. Sin embargo, hay muchas más opciones de tratamiento y estas opciones son más complicadas que antes.
También, una segunda opinión aporta la oportunidad de obtener información de otra persona distinta al médico que dirigirá el tratamiento, que suele ser la fuente principal de información para la mayoría de los pacientes. Las segundas opiniones son una práctica frecuente en cualquier área de la medicina que sea compleja y tenga múltiples opciones de tratamiento disponibles.
Aunque no están definidas las situaciones específicas en las que una segunda opinión es más útil, hay situaciones en las que una segunda opinión sería útil y la mayoría de los pacientes se beneficiarían. Entre estas pueden estar:
■Un diagnóstico mal entendido o comunicado
■Un diagnóstico inicial por un médico no especialista
■Un diagnóstico por un subespecialista
■Falta aparente de opciones de tratamiento
■Un plan de tratamiento que conlleva un ensayo clínico
■Un plan de tratamiento que conlleva cirugía como tratamiento principal
■Un diagnóstico que se ha hecho en un hospital muy pequeño o rural
■Un plan de tratamiento que conlleva un tratamiento agresivo
■Un plan de tratamiento que implica un tratamiento especializado
Los pacientes con ciertos tipos de cánceres y otras enfermedades que pueden tratarse mediante métodos especializados precisan segundas opiniones en centros especializados.