Las muestras de cariño físico son fundamentales en un matrimonio saludable. Al inicio de toda relación amorosa, la necesidad de contacto físico es muy alta por lo cual se busca cualquier oportunidad para estar cerca del otro con una caricia, un apapacho o un beso. Esto ocurre gracias a la liberación de las llamadas hormonas del amor, que se secretan en grandes cantidades al estar enamorado. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, la secreción de las hormonas del amor disminuye y la necesidad de estar en contacto físico disminuye.
Sin embargo, la falta de contacto físico y la disminución de las muestras de cariño pueden volverse una costumbre dentro del matrimonio, llegando al desgaste de la relación o al punto de perder el interés sexual por la pareja. Pero esto tiene mucho que ver con los hábitos. De ahí la importancia de seguir teniendo muestras de cariño en el matrimonio para que la relación sea saludable y duradera. A continuación les presentamos algunas sugerencias.
1.- Procuren tomarse de la mano cuando salen a pasear o van al cine o simplemente al súper.
2.- Al mirar la televisión, procuren sentarse un al lado del otro, manteniendo un contacto físico.
3.- Al regresar a casa, después del trabajo, siempre busque a su esposo(a) para darle un beso.
4.- Procuren que todos los días se abracen por más de 10 segundos.
5.- Siempre encuentren una frase cariñosa y halagadora encaminada a levantar la autoestima de su esposo(a).
6.- Aprendan a dar masajes y experimenten el uno con el otro.
7.- Procuren tener relaciones sexuales lo más frecuentemente posible. Al inicio de una relación resulta muy sencillo encontrar el espacio y la energía para tener intimidad. Sin embargo, conforme pasan los años el cansancio y la rutina hacen que los matrimonios no encuentren el tiempo para tener intimidad o solo la tengan “por compromiso” logrando tener sexo, más no haciendo el amor. Para hacer el amor hay que planear el momento, buscar el espacio y “ahorrar” energía para llegar a ese momento con vitalidad y con el romanticismo necesario para mantener la “llama encendida”.
El éxito en el matrimonio depende únicamente de la disposición de cada uno de los integrantes y del entusiasmo que pongan en la preservación del sentimiento que los une.