Un equipo de investigadores suizos encabezados por el Dr. Johan Auwerx de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, ha identificado una molécula de la leche que actúa como una verdadera vitamina y tiene efectos positivos para el organismo, al ayudar a prevenir la diabetes, el incremento de peso y a mejorar el rendimiento muscular.
La nicotinamida ribosa (NR) es el nombre de la molécula que se encuentra en la leche, y probablemente también en otros alimentos y en la cerveza. Esta molécula ha sido poco estudiada hasta ahora, pero ya se sabía que favorece indirectamente la actividad de las mitocondrias, consideradas las fábricas de energía de las células.
Los estudios publicados por el equipo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, amplían el conocimiento sobre sus efectos benéficos en el metabolismo.
En un artículo para la revista científica Cell metabolism, el experto en metabolismo energético, Johan Auwerx, describe los resultados de sus experimentos, realizados con ratones ante la dificultad y el alto costo de obtener la molécula mediante síntesis.
Los resultados descritos por los científicos son espectaculares en varios ámbitos, como el relativo al incremento de peso, que pudo evitarse en el caso de los ratones sometidos a una dieta rica en grasa, pero tratados con nicotinamida ribosa .
Este grupo ganó un 60% menos de peso con respecto a los ratones que recibieron la misma alimentación, pero no nicotinamida ribosa, que además mostraron signos de diabetes.
Asimismo, los roedores que recibieron un complemento alimenticio con nicotinamida ribosa durante diez semanas tenían un 10% más de resistencia física, mientras que tras ocho semanas de tratamiento mostraron una mejor resistencia térmica.
Los investigadores consideran que la nicotinamida ribosa incluso puede servir para luchar contra los efectos del envejecimiento, ya que se sabe que muchas funciones del organismo se degradan debido a un descenso de la actividad de las mitocondrias, a las que estimula esta molécula.
Durante las pruebas realizadas no se detectó ningún problema, siquiera con dosis diez veces superior a la cantidad considerada eficaz.
Otra cuestión pendiente es determinar cuánta leche habría que beber para observar los efectos positivos de la molécula, cuya concentración en este producto todavía no se ha logrado determinar.