El divorcio no afecta el bienestar de los chicos, lo que atenta contra su alegría es la situación conflictiva que viven muchos padres antes y después de la separación.
La psicóloga Priscila Comino, de la Universidad del País Vasco en España, encontró en una nueva investigación que los hijos de padres divorciados no tienen más problemas de conducta que los chicos de padres casados, siempre y cuando los adultos se hayan adaptado bien a la nueva situación.
No es el divorcio en sí lo que genera problemas en los chicos, es el divorcio asociado al conflicto interparental, la falta de crianza conjunta por parte de los padres y un clima familiar inapropiado, entre otros factores.
La psicóloga Comino trabajó con la información de 416 chicos de 4 a 18 años de edad, hijos de padres divorciados o casados. Los padres respondieron un amplio cuestionario con una gran variedad de temas, incluyendo la adaptación de los chicos a la nueva situación en caso de separación, los investigadores evaluaron la relación entre los padres y los hijos.
Algunas de las conductas evaluadas en los chicos fueron la introversión, los problemas de atención, los síntomas de depresión y la conductas delictivas.
La psicóloga observó que no es el divorcio sino la situación conflictiva lo que afecta el bienestar de los chicos, si los padres se adaptan bien al divorcio; es decir que generan un contexto positivo, educan adecuadamente en conjunto a sus hijos y no tienen tantos problemas entre sí; los hijos no tendrán más problemas de conducta que los chicos de padres casados, ser consciente de esta situación es fundamental para trabajar con los padres que ser divorcian para que el cambio que genera la separación no repercuta negativamente ni en ellos mismos ni en sus hijos.