Igual que el color de los ojos o el tipo de sangre, las bacterias que habitan en el intestino pueden también ser usadas para clasificar a los humanos, de acuerdo con una reciente investigación.
Investigadores europeos determinaron que hay 3 tipos distintos de ecosistemas microscópicos que existen en el intestino humano. Los investigadores explicaron que lo que diferencia a cada tipo son las especies de microbios que hay presentes y cuáles son las más abundantes.
Aunque falta mucho por determinar respecto a la función de estos microbios, los investigadores señalan que el tipo bacteriano podría dar mucha información sobre la persona, lo que incluye cómo metaboliza la comida, cómo sintetiza las vitaminas y cómo puede responder a ciertos medicamentos.
Pensamos que los humanos pueden clasificarse según la microcomposición de sus intestinos, comenta el coautor del estudio, el Dr. Manimozhiyan Arumugam, científico investigador del Laboratorio Europeo de Biología Molecular de Heidelberg, Alemania. Existen motivos para creer que estos ecosistemas no son específicos de ningún continente, país, etnia, ni ningún otro factor obvio.
Según se calcula, el intestino humano es anfitrión de entre quinientas y mil especies de bacterias, comenta el Dr. Arumugam. Dichas especies compiten y cooperan entre sí en ecosistemas microscópicos que permanecen relativamente estables en una relación equilibrada y simbiótica con su anfitrión, el organismo humano.
No trabajan solas, tienen que hacerlo en comunidad, señala el Dr. Arumugam, y deben adaptarse al anfitrión, por ejemplo a lo que comemos.
En el estudio, que aparece en la edición de abril de la revista Nature, los investigadores tomaron muestras de heces de 22 personas de cuatro países europeos (Dinamarca, Francia, Italia y España), extrajeron el ADN y determinaron qué especies de bacterias se encontraban presentes. Combinaron sus datos con los resultados de datos anteriores sobre los microbios intestinales de trece personas de Japón y dos estadounidenses. Luego, añadieron datos de otras 85 personas danesas y 154 estadounidenses.
Su análisis mostró que la flora intestinal podía agruparse en tres categorías. Por ejemplo, las personas con el tipo 1 tenían niveles elevados de bacteroides. En el tipo 2, los niveles bacteroides eran más bajos, y la prevotella era prevalente. En el tercer enterotipo, el ruminococcus fue un factor igual de importante en el tercer enterotipo.
Desde que los investigadores comenzaron a comprender que los microbios intestinales desempeñan un papel significativo, y subestimado, en la salud humana, una pregunta que ha inquietado a quienes trabajan en ese campo es cuántas versiones de microbios intestinales existen, comenta el Biólogo Justin Sonnenburg, Profesor de Microbiología e inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
Cada vez nos damos más cuenta de que los microbios que viven dentro y alrededor de nosotros están programados en muchas facetas de nuestra biología, y también se está haciendo más claro que estos microbios serán determinantes en la variación entre individuos, tanto en relación con la salud como en la predisposición a la enfermedad. Además se espera que estos ecosistemas intestinales también influyan en la manera de tratar las enfermedades.
Al observar toda la muestra, los investigadores encontraron que la edad, el sexo y el peso corporal se correlacionaron con ciertos marcadores genéticos de las bacterias, lo que insinúa que tal vez sea posible usar esa información para diagnosticar la enfermedad o determinar quién tiene probabilidades de enfermarse, comenta el Dr. Arumugam.
FUENTES: HealthDay