Hacer ejercicio para envejecer saludablemente

Después de los cuarenta años, la tonicidad propia del sistema muscular desciende por ello hace más necesario la práctica de ejercicios


Un nuevo estudio dirigido por el Dr. Mark Hamer, del departamento de epidemiología y salud pública del Colegio Universitario de Londres, en Inglaterra, revela que el ejercicio en las personas mayores ayuda a evitar la depresión, la demencia y otros problemas de salud, así como las enfermedades cardíacas, el cáncer y la diabetes.

El ejercicio aumentó hasta 7 veces las probabilidades de envejecer de forma saludable, detallan los investigadores. Y aparentemente nunca es tarde para comenzar, incluso los adultos que no habían empezado a hacer ejercicio hasta que eran mayores podían aumentar en 3 veces sus probabilidades de envejecer de forma saludable.

En una población cada vez mayor, es importante que se anime a envejecer de manera sana. La actividad física es efectiva a la hora de mantener la salud en la vejez», comentó el Dr. Hamer.

Animar a que las personas mayores realicen actividades físicas es beneficioso, y los pequeños cambios también se relacionan con un envejecimiento más sano.

El estudio enfatiza que la excusa más común para no realizar ejercicio es: ‘soy demasiado mayor’ y no vale, pues nunca es demasiado tarde para hacer algo de ejercicio.

Los beneficios del ejercicio incluyen una mejor circulación, una mejora en la salud ósea, tonificación muscular, cardiovascular y del sistema digestivo. Y también hay beneficios para el cerebro a partir del ejercicio regular, ya que aumenta la comunicación entre las neuronas y ralentiza la pérdida de tejido cerebral asociada con el envejecimiento y el declive mental.

El reto en ocasiones es ¿cómo motivar a las personas de todas las edades a moverse y a seguir moviéndose? Hay un resistencia innegable por parte de las personas que no hacen ejercicio ante la idea de moverse, a nivel individual, los familiares pueden insistir suavemente y los amigos invitarlos a que los acompañen en paseos regulares, en las clases de baile o de yoga,o al usar un DVD de ejercicio.

Acompañar a alguien es una motivación real, obsequie una sesión con un entrenador personal calificado, explore las ofertas de las clases de fitness en los centros de la comunidad o para personas mayores, o inscríbase en una caminata, una carrera o una natación de caridad.

Para realizar el estudio,el Dr. Hamer y sus colaboradores recogieron los datos de casi 3,500 personas con un promedio de edad de 64 años que participaron en el Estudio longitudinal inglés sobre el envejecimiento.

Como parte del estudio, los participantes informaron sobre su nivel de actividad física cada dos años entre 2002-2003 y 2010-2011.

Los investigadores categorizaron a los participantes según la cantidad de ejercicio que realizaban cada semana. Había personas que eran inactivas, las que hacían ejercicio de forma moderada y las que hacían ejercicio de forma intensa.

Los investigadores realizaron un seguimiento de los problemas graves de salud, como las enfermedades cardiacas, el accidente cerebrovascular, la diabetes, el enfisema y la enfermedad de Alzheimer. También monitorizaron la salud mental y física de los participantes.

Durante ocho años, casi uno de cada 10 participantes se volvió activo y el 70% siguieron siendo activos. Los demás siguieron siendo inactivos o se volvieron inactivos.

Al final del estudio, casi el 40% de los participantes contrajeron una afección médica crónica, casi el 20% estaban deprimidos, el 20% tenían una discapacidad mental y una tercera parte sufrían de una discapacidad.Los resultados del estudio se publicaron en la revista British Journal of Sports Medicine.

Uno de cada 5, sin embargo, fue considerado por los investigadores como una persona que envejece de forma sana. Hubo una asociación directa entre el envejecimiento sano y el ejercicio, indicaron los investigadores.

Fuente: British Journal of Sports Medicine

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