Un programa que combina los consejos con actividad física puede ofrecer a los adolescentes una forma más eficaz para dejar de fumar. Menos del 5 % de los asignados a una intervención breve para dejar de fumar habían dejado de hacerlo tras tres meses. En el grupo de adolescentes que recibió consejos para dejar de fumar en conjunto con actividad física, más del 14% habían abandonado los cigarrillos a los tres meses.
Casi una cuarta parte de los chicos del grupo de la combinación de consejos con ejercicio apra dejar de fumar habían dejado de fumar para el final de los tres meses. Con frecuencia, la gente cree que a los preadolescentes y adolescentes no les interesa dejar de fumar y que no participarían en un estudio para dejar de fumar.
Este estudio ofrece pruebas de que es posible intervenir de manera eficaz con los adolescentes fumadores, asegura la Dra.Kimberly Horn, profesora del departamento de Medicina Comunitaria de la Escuela de Medicina de Virginia Occidental, en Morgantown, EUA. La actividad física, incluso en sesiones pequeñas o moderadas, puede aumentar las probabilidades de éxito para dejar de fumar.
Este tipo de método intenta cambiar más de una conducta, explica la Dra. Horn, pues considera que es posible abordar y reducir otras conductas de riesgo para la salud de los adolescentes, y con esto, se conseguirá un gran logro en la salud pública.
Los resultados se publicaron en la revista Pediatrics.
Fumar puede ser la norma en el grupo social de los adolescentes, o quizás salgan con alguien que fuma. También puede ser una forma de rebelarse contra los padres.
Para que los adolescentes dejen de fumar, tienen que saber por qué fuman e instituir nuevas conductas que reemplacen las viejas, el ejercicio puede ser una gran actividad de reemplazo.
