Las etiquetas de advertencia no consiguen evitar que los niños traguen imanes potentes que pueden perforar el estómago y el intestino y causar complicaciones graves y mortales, según un estudio reciente realizado por el Dr. Athos Bousvaros presidente de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas.
Se halló que al menos 480 casos de bebés, niños y adolescentes que tragaron imanes de gran potencia en los últimos 10 años. En el 80% de los casos, los pacientes necesitaron cirugía o un procedimiento endoscópico, la mayoría (el 51%) de la ingesta de imanes se produjo en niños de 1 a 6 años, aunque también se dieron casos entre niños mayores y adolescentes, que usan el imán para imitar piercings en el labio, la nariz y la boca.
Los hallazgos provienen de la colaboración de más de 350 gastroenterólogos pediatras que respondieron a una encuesta distribuida por la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas. Los imanes de gran potencia generalmente se consideran artículos de escritorio para adultos. Normalmente se venden en paquetes de 100 o más bolas de 3 a 6 milímetros de tamaño.
Al principio, se etiquetaban permitiendo su uso en personas a partir de 13 años de edad, pero desde 2010 es a partir de 14 años. La mayoría de los paquetes cuentan con la advertencia de mantener el producto alejado de los niños.
Sin embargo, la encuesta mostró que a pesar de las advertencias, los niños continúan tragando imanes potentes y sufriendo lesiones, si un niño traga más de uno de estos imanes, los imanes tenderán a unirse dentro del cuerpo del niño. Al hacerlo, los imanes pueden perforar el estómago y el intestino.
Ingerir dos o más de estos imanes tan potentes no es como tragar una pieza de mármol u otro objeto pequeño, advierte el Dr. Bousvaros.
El daño causado por estos imanes empieza al poco tiempo de haberlos ingerido, cuando la pared intestinal se interpone entre dos o más imanes que se atraen entre sí, el intestino puede acabar perforado. El tiempo es crucial en la ingesta de imanes potentes, sin embargo, puede resultar difícil diagnosticar el daño en el intestino, especialmente en los niños pequeños que no pueden decir que han tragado imanes.
La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor está presionando para que estos imanes tan potentes sean prohibidos. Esta acción contundente pone de relieve el peligro que estos pequeños imanes de gran potencia suponen para nuestros hogares, se supone que estos imanes no deben estar al alcance de los niños, y al parecer las etiquetas de advertencia no son suficiente. Si los padres tienen estos imanes pequeños y potentes en casa, deben guardarlos lejos del alcance de los niños, o mejor todavía, encerrarlos junto a las sustancias peligrosas.
Fuente: Hepatology and Nutrition