Un nuevo estudio encabezado por la Dra. Fabiana Benatti, de la Universidad de San Pablo en Brasil, sugiere que las mujeres que se realizan una liposucción para reducir el abdomen puede aumentar la cantidad de grasa abdominal profunda, que es un tipo de grasa no saludable.
El equipo de la Dra. Benatti observó que a los pocos meses de una liposucción abdominal puede aumentar la llamada grasa visceral que rodea los órganos abdominales. La buena noticia, es que el ejercicio regular podría prevenirlo.
La grasa no es tejido inerte, extraerla quirúrgicamente tiene consecuencias importantes, como el crecimiento compensatorio de la grasa visceral, que es dañina en el largo plazo.
La grasa visceral, a diferencia de la grasa superficial, está asociada con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad cardíaca.
El estudio es el primero que proporciona una prueba contundente de que la liposucción induce la formación de grasa visceral, si no se hace ejercicio.
Los resultados surgen de 36 mujeres con peso normal que se habían realizado una liposucción para eliminar pequeñas cantidades de grasa abdominal superficial. Todas eran sedentarias.
Al azar, el equipo le indicó a la mitad empezar un programa de ejercicio a los dos meses de la cirugía. El programa incluía sesiones tres veces por semana de cinta para caminar y entrenamiento muscular suave. La otra mitad mantuvo el estilo de vida habitual.
A los cuatro meses, las mujeres sedentarias mantenían el abdomen más plano, pero tenían en promedio un 10% más grasa visceral que antes de la cirugía, mientras que en el grupo que ejercitó no se observó ese aumento.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista especializada Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism.
La causa del aumento de la grasa visceral puede ser que ese depósito de grasa tendría un metabolismo más activo que otros depósitos grasos, otro motivo podría ser que la liposucción destruye la arquitectura de las células grasas debajo de la piel. Entonces, la producción de grasa se reorientaría a las células grasas viscerales intactas.
Los especialistas sostienen que la liposucción no debe considerarse un sustituto de la dieta saludable y el ejercicio. Está destinada a reducir bolsones de grasa difíciles de eliminar, pero no para tratar la obesidad, según reporta la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos.
Los mejores candidatos para la liposucción son las personas con peso normal o sobrepeso moderado y que hacen ejercicio con regularidad, a partir de los nuevos resultados, la actividad física después de la liposucción es clave, se estima que en 2011 se realizaron una liposucción en EUA 204.700 personas, un 42% menos que en la década anterior.
Los riesgos de la liposucción en el corto plazo incluyen la formación de coágulos sanguíneos, el daño de la piel o los nervios y la flacidez cutánea en los sitios donde se extirpó la grasa. Pero poco se sabe sobre si la liposucción está asociada con complicaciones en el largo plazo.
Fuente: Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism