Se sabe que los futbolistas profesionales desarrollan grandes capacidades físicas. Ahora, una investigación llevada a cabo en Suecia demostró que también requieren grandes capacidades mentales.
Entre más alta la división en que juega un futbolista más extraordinarias deben ser sus capacidades cognitivas, afirma el Dr. Predrag Petrovic y su equipo de investigadores del Instituto Karolinska, en Estocolmo.
Hasta ahora los estudios psicológicos de los atletas de alto rendimiento estaban centrados en aspectos como motivación, dinámica de grupo y entrenamiento mental.
En el estudio, el Dr. Predrag Petrovic y su equipo, investigaron si se puede predecir el éxito de un futbolista midiendo funciones cognitivas como la capacidad ejecutiva, creatividad, inhibición de la respuesta y flexibilidad cognitiva.
El estudio, se centró en áreas del pensamiento y razonamiento abstractos como anticipación visual, reconocimiento de patrones, conocimiento de probabilidades en una situación y toma de decisiones estratégicas.
En la investigación participaron 83 futbolistas 57 hombres y 26 mujeres, todos clasificados en las primeras tres divisiones nacionales de la liga de fútbol sueca.
Los participantes fueron sometidos a una prueba estándar que se utiliza para medir capacidades cognitivas como solución de problemas, creatividad y establecimiento de normas.
Posteriormente los investigadores compararon los resultados de los futbolistas de alta división con los de baja división, y después con los de una muestra de la población general que fue sometida a la misma prueba.
Los resultados mostraron que tanto los futbolistas de alta como los de baja división tenían mejores mediciones de funciones cognitivas que la población general. Pero los mejores resultados fueron los de los futbolistas de alta división: entre más alta la categoría, mejores las capacidades cognitivas.
Y estos individuos sobresalieron en un área en particular: la función cerebral ejecutiva.
Las funciones ejecutivas involucran la capacidad mental para solucionar problemas inmediatos de forma creativa, la capacidad de llevar a cabo varias tareas a la vez y la llamada memoria de trabajo que es la capacidad de recordar información almacenada en el pasado y utilizarla para resolver un problema, los cerebros tienen sistemas específicos que procesan la información de esa forma.
Ahora contamos con métodos comprobados dentro de la investigación cognitiva para medir qué tan bien funcionan las capacidades ejecutivas en un individuo.
Los investigadores no saben, sin embargo, si el individuo «nace» con estas altas funciones cognitivas o las desarrolla junto con su entrenamiento físico.
Probablemente existe tanto un componente heredado como un componente que surge del entrenamiento.