Le llaman shisha en Egipto y Sudán, narguile en Turquía y Siria, hookah en India. En español, se le dice también narguila y cachimba. El principio es el mismo: son pipas de agua para fumar tabaco con sabor que burbujea a través del agua.
Se piensa que compartir una pipa de agua es inofensivo, divertido y relajante. Y desde hace tiempo, las shishas están pasando por un resurgimiento en popularidad en muchos países.
En Medio Oriente su uso se ha extendido a adolescentes y mujeres, muchos de los cuales no fuman cigarrillo, la nueva cultura del café de shisha también ha llegado a Europa, Estados Unidos y América Latina.
En Londres hay calles llenas de cafés con grupos de personas sentadas afuera, envueltas en nubes de humo con olor a miel, se han abierto muchos cafés de narguiles en ciudades universitarias y un estudio reciente encontró que un 20% de los estudiantes las han probado, en muchos países, estas pipas son consideradas lo suficientemente seguras como para estar exentas de la legislación sobre el tabaco en lugares públicos.
Se piensa que al pasar por el agua, el humo se purifica, uno de los principales conceptos erróneos es que los riesgos del tabaco se reducen al mínimo ya que el humo se purifica a medida que pasa a través del agua. Pero eso no tiene en cuenta de dónde proviene el humo que entra a la boca.
El tabaco se quema en un plato pequeño en la parte superior de la pipa de agua. Se inhala a través de una boquilla que está conectada por un tubo a un depósito de agua en la parte inferior. Al inhalar, se extrae el humo de la quema del tabaco, que burbujea al pasar por el agua antes de llegar a la boca.
El tabaco se endulza con glicerina, que lo hace más húmedo, por lo que se le agrega carbón para mantenerlo ardiendo, eso significa que el humo inhalado también se deriva del carbón, que contiene varias sustancias tóxicas, incluyendo monóxido de carbono, metales pesados y alquitrán.
Algunas pipas de agua vienen con boquillas que contienen filtros de algodón o una malla de plástico. Eso hace que las burbujas sean más pequeñas, pero un informe de la Organización Mundial de la Salud dice que no hay evidencia de que estos filtros reduzcan el daño que pueden causar.
En Medio Oriente, mujeres y jóvenes que no fuman cigarrillos, sí fuman shisha, pero, sin duda, si el agua enfría al humo, ¿lo hace menos peligroso que el del cigarrillo?
Es cierto que eso podría hacer una inhalación individual fuera menos perjudicial, pero una sesión típica pipa de agua tiene una duración de por lo menos 20 minutos, y a menudo es de una hora. Así que, en lugar de tomar las 8-12 bocanadas de un cigarrillo, la persona está inhalando 50-200 veces en una sesión.
En una sesión de una hora una persona puede inhalar el equivalente de 100 a 200 veces el humo de un cigarrillo, lo que puede sorprender a muchos. Una encuesta realizada por la Fundación Británica del Corazón encontró que el 84% de los encuestados pensaba que la cantidad de humo inhalado era equivalente a 10 cigarrillos o menos.
En un estudio realizado en Florida, se midieron los niveles de monóxido de carbono en los clientes cuando salían de bares en los que se permitía fumar cigarrillos y narguilles. Los que habían disfrutado de una pipa de agua tenían el triple de monóxido de carbono en sus cuerpos. Algunos reportaron que se sentían como si hubieran fumado marihuana, lo que podría haber sido en las primeras etapas de la intoxicación por monóxido de carbono.
Los investigadores admiten que la evidencia es escasa, pero sospechan que los fumadores de narguilles pueden estar en riesgo a largo plazo de dependencia de nicotina, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer.
El profesor Hani Najm, jefe de cirugía cardiaca de los Asuntos de Salud de la Guardia Nacional en Arabia Saudita, coemnta que teme que fumar en narguille podría dar lugar a una escalada de enfermedades cardíacas en los Estados del Golfo.