Los fuegos labiales son de las condiciones más comunes en la población general y son ocasionados por el virus del herpes simple.
El Dr. Santiago Somerville, dermatólogo, explica que existen 2 tipos el herpes simple tipo 1 y el herpes simple tipo 2. Tradicionalmente se consideraba que el herpes simple tipo 1 afectaba de la cintura para arriba y el herpes simple tipo 2 generaba una infección de la cintura para abajo.
Sin embargo el incremento en la práctica del sexo oral ha llevado a que las personas puedan presentar el tipo 2 en los labios y el tipo uno en genitales. Una de las características del virus del herpes simple es la recurrencia de las lesiones.
El Dr. Somerville refiere que de los factores que pueden llegar a provocar una recurrencia en el herpes puede ser una baja en el funcionamiento del sistema inmunológico o baja de defensas o un aumento en la temperatura de un paciente por ejemplo que es encuentre con un padecimiento con fiebre o que aumente mucho su temperatura corporal por exponerse al sol.
El herpes simple es altamente contagioso cuando existe una lesión activa. Las lesiones inician con un enrojecimiento de la piel que evoluciona hacia pequeñas vesículas o racimos de vesículas pequeñas con secreción y el paciente refiere una sensación de dolor ardoroso.
Característicamente estas lesiones se presentan en la unión de la mucosa con la piel en los labios o en el área genital, pero pueden extenderse a otras regiones, en el caso del herpes tipo 1 se puede extender a la nariz, mejillas y frente y en el herpes simple tipo 2 a los glúteos.
El tratamiento consiste en la administración de antivirales que permiten recortar el tiempo de evolución de la infección y reducir la recurrencia. El Dr. Somerville asevera que el control de la infección por herpes simple implica utilizar el antiviral diario un tiempo largo a una dosis baja y con eso se ha visto que hay una disminución muy importante en la recurrencia de lo cuadros del paciente.
Hoy en día no es posible erradicar el virus del cuerpo, de ahí que una persona que haya tenido una infección debe procurar mantener en buen estado sus defensas para evitar el desarrollo de lesiones.