A diario, nuestros ojos realizan diversos esfuerzos para proporcionarnos una mejor visión. Si bien son muchas las personas que lo perciben, son más las que no lo hacen, la astenopía, más comúnmente conocida como fatiga ocular, engloba todos los trastornos y molestias que aparecen en relación con la visión y es la principal causa del cansancio y la irritación ocular. Para prevenirla, detectarla o tratarla, es importante conocer todos los factores que pueden llevar a que los ojos se sequen o irriten.
Las causas más comunes de la fatiga ocular son las que se relacionan con la no utilización de anteojos o con la incorrecta utilización de los mismos. A esto se suma el uso excesivo de pantallas (de celulares, computadoras y televisores), la mala iluminación de los ambientes, por escasa o por abundante, la contaminación ambiental y los sitios aptos para fumadores.
Un poco menos conocida es la influencia de aparatos de calefacción y aire acondicionado, que provocan la evaporación de la secreción lagrimal, impidiendo que el ojo se humecte correctamente.
Síntomas en los que debemos prestar atención
Esta sintomatología (que afecta tanto a hombres como mujeres) habitualmente se presenta en niños y adolescentes a medida que aumenta su actividad visual por el estudio y sus actividades de ocio.
Cefalea (dolor de cabeza), cansancio ocular, sensación de un cuerpo extraño en los ojos, sequedad ocular, enrojecimiento de la zona e inflamación del borde libre de los párpados son algunos de los síntomas más habituales cuando hablamos de astenopía. También puede haber falta de concentración o desgano al leer.
La mejor manera de prevenir estos síntomas es acudir periódicamente al médico oftalmólogo, quien se ocupará de controlar el estado de nuestra salud visual y monitorear periódicamente su evolución. En muchas ocasiones resulta necesario incorporar el uso de anteojos tanto para corregir las ametropías (miopía, hipermetropía, astigmatismo) como para intentar bloquear los reflejos y hacer más confortable el trabajo cotidiano frente a las pantallas.
Otras veces, los especialistas recomiendan usar lágrimas artificiales para prevenir o tratar síntomas relacionados con la sequedad ocular, generalmente producida por la mayor evaporación de las lágrimas al exponer la vista a los monitores y pantallas.
Durante una conversación, los interlocutores parpadean una media de 22 veces por minuto. Cuando se lee, el parpadeo disminuye a un rango entre 12 y 15 veces por minuto, al estar frente a una computadora, el movimiento del párpado suele disminuir aún más, hasta 5 veces por minuto y en ocasiones, menos.
Esto se debe a la concentración que produce estar frente a la pantalla, la que hace que disminuya el parpadeo y aparezca lo que se denomina ojo seco, mantener humectados los ojos y visitar de manera regular al oftalmólogo, mejorará la condición de nuestros ojos.