Según la reglamentación de la Unión Europea podrán venderse únicamente los remedios herbales de alta calidad y largamente probados, algunos comerciantes que venden productos exportados hacia los países de la UE afirman que esto afectará a sus negocios.
Las hierbas medicinales, que tienen nombres como corteza de cáscara y hierba de cabra en celo, se han vuelto muy populares entre el público y a partir de mayo próximo será puesta en vigor la nueva normativa europea bajo la cual para vender esos productos se requerirá una licencia. La medida se origina en temores de que estas sustancias pueden causar daños al consumidor.
La Farmacia Hoja de Maple, ubicada en el occidente de Londres, se especializa en remedios alternativos y holísticos además de los productos químicos convencionales. Su dueño, Galen Rosenberg, calcula que cerca de 20% de los productos naturales que vende en su negocio simplemente desaparecerán de los estantes. En otros comercios quizás el porcentaje de productos prohibidos será mayor.
Las nuevas medidas incluyen mejorar el etiquetado del producto para incluir los potenciales efectos secundarios
Las autoridades de la UE afirman que el objetivo de la regulación de estas píldoras y pociones son proteger al consumidor. Richard Woodfield, de la Agencia para la Regulación de Medicinas y Productos de Salud del Reino Unido, afirma que la regulación hará, es garantizar que los productos cumplen con estándares seguros. Aunque cumplir esos estándares es un desafío, sí se puede lograr
Otros expertos creen, sin embargo, que la nueva legislación quizás no beneficie realmente al consumidor. El profesor David Colquhoun, profesor de farmacología de la Universidad de Londres, creen que los cambios tienen un valor limitado porque no requieren que los fabricantes muestren evidencia de que los productos con licencia realmente son efectivos.
La gente determinada a seguir tomando sus hierbas favoritas seguirá haciéndolo comprando productos en Internet de comerciantes que quizás no son cuidadosos sobre la calidad y efectividad.
La UE insiste en que en el futuro sólo podrán venderse productos herbales de alta calidad y científicamente probados. Pero los expertos afirman que la etiqueta no podrá decirle al comprador si éstos realmente funcionan.