Un gran número de personas toman complementos de zinc para acabar con los resfriados, y un estudio reciente realizado por el Dr. Daren Knoell, profesor de farmacia y medicina interna de la Universidad Estatal de Ohio en EUA, busca explicar la forma en que este mineral funciona.
El Dr. Knoell comenta que el zinc ayuda a combatir las infecciones al equilibrar la respuesta del sistema inmune. La deficiencia del zinc afecta a alrededor de dos mil millones de personas en todo el mundo y puede tener consecuencias graves entre las personas vulnerables.
La carne roja y las aves son ricas en zinc, también las habas, los frutos secos, algunos mariscos, los granos integrales, los cereales fortificados y los productos lácteos.
El zinc funciona al detener la acción de una proteína que desempeña un papel importante en la respuesta inmunitaria a la infección. Como resultado, previene una inflamación fuera de control.
Una deficiencia de zinc en el momento de una infección, en particular la sepsis (una respuesta sistémica devastadora a la infección, común entre los pacientes de la unidad de cuidados intensivos de un hospital), podría resultar nociva, o incluso letal.
La vulnerabilidad a la infección puede aumentar desde el principio si falta el zinc, el trabajo de investigación se enfocó en lo que sucede una vez que se contrae una infección.
El zinc es un elemento esencial que obtenemos del consumo de una dieta saludable, pero no se puede administrar zinc y arreglarlo todo, en general si hay deficiencia de zinc en el organismo, también existiran otras deficiencias nutricionales. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Cell Reports.
La mayoría de adultos deben obtener entre 8 y 11 miligramos de zinc al día. Con los complementos, los investigadores anotaron que es posible, aunque relativamente poco común, consumir niveles tóxicos de zinc.
Fuente: Ohio State University