El estrés puede afectar el corazón de las mujeres más que el de los hombres. Una investigación dirigida por el Dr. Chester Ray del Colegio de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania en EUA, halló que el flujo sanguíneo no aumenta en las mujeres, lo que posiblemente eleve su riesgo cardiaco
El flujo sanguíneo al corazón aumenta en los hombres cuando experimentan estrés mental, pero no cambia en las mujeres.
El hallazgo podría explicar por qué las mujeres son más propensas que los hombres a tener problemas cardiacos cuando experimentan distrés emocional, señalaron investigadores.
Los investigadores midieron la tasa cardiaca, la presión arterial y el flujo sanguíneo al corazón en 17 adultos sanos, una mezcla casi igual de hombres y mujeres, en reposo y mientras realizaban tres minutos de aritmética mental. Para aumentar el estrés de realizar la tarea matemática, los investigadores instaron a los participantes a darse prisa o les informaron que estaban equivocados, aunque hubieran provisto la respuesta correcta.
En reposo, hombres y mujeres mostraron poca diferencia en la tasa cardiaca, la presión arterial y el flujo de sangre al corazón. Durante la tarea matemática, todos los participantes tuvieron aumentos en la tasa cardiaca y la presión arterial. El flujo de sangre al corazón también aumentó en los hombres durante la tarea estresante, pero no cambió en las mujeres.
Los hallazgos sugieren que las mujeres podrían ser más susceptibles a problemas cardiacos mientras están bajo estrés, y explicar por qué las mujeres tienden a tener más problemas cardiacos tras eventos estresantes, como perder a su cónyuge.
Los resultados también subrayan la forma en que el estrés mental puede afectar la salud. La reducción del estrés es importante para todos, independientemente del sexo, pero este estudio ilumina la forma en que el estrés afecta de forma distinta a los corazones de las mujeres, potencialmente poniéndolas en mayor riesgo de un evento coronario.
Investigaciones posteriores sobre el mecanismo responsable de esta diferencia entre mujeres y hombres podrán algún día llevar a tratamientos y esfuerzos de prevención más dirigidos para las mujeres en riesgo de enfermedad de la arteria coronaria.
Fuente: American Physiological Society