La sociedad competitiva, la escasez de tiempo y el creciente número de responsabilidades no sólo afecta a los adultos, en la actualidad se ha incrementado el fenómeno del estrés escolar, como una enfermedad a la que debemos estar atentos.
El estrés escolar es definido como la alteración provocada por presiones de diversa índole, las que pueden estar definidas por el exceso de actividades de los profesores en el proceso de aprendizaje de sus alumnos y por la presión que ejercen los padres sobre sus hijos. Durante el padecimiento de esta enfermedad, el alumno reducirá su capacidad de aprendizaje, sufrirá alteración en sus estados emocionales, y podrá incluso generar cierto tipo de fobias que son mucho más complejas de tratar.
Lo primordial para la prevención y manejo del estrés escolar es proporcionar al niño un balance integral en su vida emocional y afectiva, un ambiente hogareño y escolar sano, un balance entre descanso, actividad física y actividad intelectual, así como una nutrición balanceada, adecuada a su edad y en horarios específicos.