El estrés y la ansiedad de la madre durante el embarazo perjudican al desarrollo cerebral del feto, pudiéndole provocar déficit de atención con hiperactividad.
La Dra. María Gracia Lasheras, jefa de la Unidad de Psiquiatría Perinatal y Reproducción del Instituto Universitario USP Dexeus en Barcelona, confirma que se han comprobado diferencias significativas al comparar el desarrollo psicológico de niños cuyas madres han sufrido estrés durante el embarazo.
Los hijos de madres más estresadas y ansiosas tienen el doble de riesgo de padecer déficit de atención, hiperactividad e impulsividad, y son más proclives a ser ansiosos y tener problemas conductuales. Esa tendencia es independiente de las experiencias que tenga el hijo al nacer o de las emociones que comparta después con su madre, según el estudio realizado en 14.000 mujeres embarazadas.
El desarrollo cerebral fetal atraviesa periodos específicos de mayor vulnerabilidad a la ansiedad materna y, al inicio del embarazo, ésta se asocia a una disminución de la materia gris cerebral en distintas áreas del cerebro del niño, que se percibirán entre los seis y los nueve años de edad.