Las personas con compromisos a largo plazo tienen un patrón hormonal diferente que reduce el estrés, concluyó una nueva investigación. Dario Maestripieri, Profesor del Departamento de Desarrollo Humano Comparativo y la Comisión de Biología Evolutiva de la Universidad de Chicago, aclaró que este beneficio lo experimentan tanto las personas legalmente casadas como las que viven en pareja. Aunque el matrimonio puede ser muy estresante, hace que las personas manejen mejor el estrés que generan otras situaciones difíciles de la vida.
Los autores de esta investigación trabajaron con 500 hombres y mujeres, de manera que la mitad de ellos estaba casada o en una relación estable. Cada voluntario participó en una serie de juegos de computadora sobre comportamiento económico. Para que sintieran estrés, los investigadores dijeron que esa prueba era un requerimiento de la maestría que estaban realizando y que impactaría en su carrera. Antes y después de que los jóvenes realizaran la actividad, los científicos les tomaron una muestra de saliva para medir su nivel de hormonas y los cambios registrados.
El Prof. Maestripieri notó que el cortisol, la hormona del estrés, aumentó en todos los participantes pero en mayor medida en las mujeres. A su vez, la actividad generó un descenso en la producción de testosterona en los hombres pero no en las mujeres. Por otro lado, resultó que los jóvenes solteros tenían un nivel basal de testosterona más elevado que sus colegas casados o en pareja. La diferencia importante fue dada por el estado civil de los voluntarios. Encontramos que los individuos solos de ambos sexos tienen un nivel de cortisol más elevado que las personas casadas.
Estos resultados muestran que las personas solteras o sin pareja reaccionan más fuertemente al estrés psicológico que la gente casada, un hallazgo consistente con la creciente evidencia que muestra que el matrimonio y el apoyo social pueden funcionar como amortiguadores del estrés.