La obesidad se ha vuelto un problema mundial, inluso en África, donde millones de personas sufren de hambre, también miles padecen obesidad. Quizás por eso, en Japón las autoridades han tomado cartas en el asunto con una ley que pretende prevenir el aumento de personas con este problema.
Desde 2008, una norma obliga a las empresas a medir la cintura de los empleados mayores de 40 años. La medida no puede superar los 85 cm para los hombres y 89,9 cm para las mujeres. Las compañías deben reportar a aquellos que no cumplan con lo establecido.
Las personas con sobrepeso tienen hasta 3 meses para bajar los kilos de más y si no lo logran, el Estado puede ordenar que asistan a sesiones de terapia obligatorias. Es por eso que las clínicas de adelgazamiento se han vuelto muy populares.
El temor de las autoridades se basa en que las nuevas generaciones han incorporado a la saludable dieta japonesa cada vez más alimentos occidentales ricos en grasas.