Casi el 75% de los casos de escleritis infecciosa se debe al virus del herpes, un nuevo estudio revela que el diagnóstico no suele advertirlo.
Esa infección es más común de lo que se piensa según señala el Dr. C. Stephen Foster, de la Facultad de Medicina de Harvard.
La episcleritis, la escleritis y/o la conjuntivitis recurrentes, son consecuencia del paso del virus herpes simple desde el ganglio trigeminal hasta el sitio de la inflamación, tras despertar de su estado de latencia, lo que provoca inflamación recurrente en cualquiera de esos tejidos.
El diagnóstico de la causa de la inflamación recurrente suele demorar años pues los médicos no consideran al herpes entre las causas ni realizan exámenes orientados a esa posibilidad, identificar el problema y tratarlo de manera crónica con una terapia antiviral puede cambiar la vida de un paciente al liberarlo de la morbilidad asociada con las recurrencias.
Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Ophthalmology, el equipo del Dr. Foster trabajó con 500 pacientes con escleritis en un estudio retrospectivo sobre las historias clínicas del Instituto de Investigación y Cirugía Ocular de Massachusetts, en Cambridge,
En 47 pacientes, la escleritis era de origen infeccioso, incluidos 35 casos (el 74,4%) con herpes. La segunda causa principal fue la tuberculosis en cinco pacientes (el 10,6%).
La mayoría de los pacientes con escleritis herpética desarrolló una inflamación de la esclera aguda (el 85,7%) y unilateral (el 80%). La mayoría (el 68,6%) también sintió dolor moderado o grave.
La unilateralidad fue más común en la escleritis herpética que en la escleritis idiopática (un 80 versus un 56,7 %) y la escleritis necrotizante anterior (un 8,6 versus un 1,2%). La pérdida de la visión también fue significativamente más común (un 34,3 versus un 11,5%).
La prevalencia registrada de la escleritis herpética varía entre el 4,2 y el 7,5 %. El 7% obtenido en el estudio coincide con las evaluaciones más detalladas.
El diagnóstico, para el equipo, puede ser difícil. Los indicadores son la unilateralidad, el dolor moderado a grave, la uveítis o la queratitis asociada y la aparición aguda del trastorno.
Una biopsia de la esclera puede ser muy útil para diagnosticar la escleritis herpética. Aun así, cuando no es posible hacerla, debería tenerse en cuenta la respuesta al tratamiento oral con aciclovir.