La gota (artritis gotosa aguda), es una afección en la que no se metabolizan de manera adecuada las proteínas contenidas en alimentos de origen animal como carnes rojas, mariscos y vísceras.
El reumatólogo del departamento de Enseñanza e Investigación del Hospital de Especialidades del IMSS, el Dr. Mario Salazar Páramo, indicó que la gota es una enfermedad reumática frecuente en el varón, originada de manera principal por acumulación de ácido úrico en el organismo, la gota es una enfermedad con repercusiones importantes en el ámbito de la salud, en el económico y familiar, porque los principales afectados son varones de entre 40 y 50 años de edad.
Una consecuencia es el aumento en los niveles de ácido úrico en la sangre, el cual en forma de cristales, se acumula en articulaciones, sobre todo en las de los dedos de los pies y las rodillas, y causa dolor intenso e incapacita al paciente. La principal manifestación es a nivel articular, pero la gota suele aparecer también en riñones y tejidos blandos.
El consumo excesivo de alcohol está asociado también con el desarrollo de gota, se trata de una enfermedad predominante en el varón, ya que hasta 95 % de los casos ocurre en individuos de este sexo y muy excepcionalmente afecta a mujeres, principalmente después de la menopausia.
Los varones, quienes consumen dos o más bebidas gaseosas azucaradas al día tienen 85% más riesgo de padecer gota, en comparación con quienes beben menos de una por mes.
El perfil de quien desarrolla gota corresponde a personas con algún grado de obesidad y en consecuencia, altamente vulnerables a diabetes, hipertensión, y afecciones cardiacas. La inflamación y dolor articular, en especial en las rodillas, es un dato clínico característico de la gota, pero una particularidad inequívoca de la misma es la hinchazón del dedo gordo del pie que llega a grado tal que ni el roce de la sábana se puede tolerar, ya no se diga el uso de zapatos cerrados.
De manera específica se aconseja limitar el consumo de alimentos ricos en proteínas como carne de res, de pescado o aves de corral, a 250 gramos al día, así como evitar comer mollejas, riñones, hígado, sesos o cualquier otra víscera, además de mariscos y algunas verduras con alto contenido proteico como los espárragos, la coliflor, las lentejas y los chícharos.
Se recomienda beber abundantes líquidos, en especial agua natural, ya que ésta ayuda a excretar los uratos (cristales de ácido úrico).