La Rehabilitación Visual es el conjunto de procesos encaminados a obtener el máximo aprovechamiento posible del campo visual que posee una persona con baja visión. Se considera que una persona tiene baja visión después de haber sufrido una disminución de su capacidad visual, ya sea por pérdida de agudeza visual, de campo visual o por deslumbramiento y que no puede mejorar mediante cirugía o medios ópticos convencionales.
En el proceso de rehabilitación visual se reeduca al paciente con esquemas de comportamiento para aprovechar bien su capacidad visual, el paciente participa en la obtención de técnicas para implementar la función visual y perceptiva, con el objetivo básico de mejorar su calidad de vida.
El inicio de la rehabilitación visual: evaluación de la visión
El inicio del proceso de rehabilitación visual se produce con la evaluación de la visión.El paciente debe ponerse en manos de optometristas especialistas en rehabilitación visual para someterse a un examen exhaustivo de su resto visual. Las pruebas de campimetría computerizada o de sensibilidad al contraste mediante el uso de filtros selectivos sirven para determinar las zonas de los ojos del paciente que conservan una mejor visión, y así hacer un diagnóstico preciso del problema y determinar qué protocolo de rehabilitación es el más adecuado para el.
Las ayudas visuales son el complemento necesario para cualquier terapia de rehabilitación visual.
El optometrista especialista en baja visión es el encargado de la prescripción de las ayudas visuales que necesite el paciente.
Las ayudas visuales se dividen en tres grandes grupos:
– Ayudas visuales ópticas: Lentes de aumento o corrección, filtros para corregir el deslumbramiento. Normalmente son ayudas que van montadas en gafas, aunque también pueden ser manuales.
– Ayudas visuales no ópticas: Ayudas físicas que se emplean para mejorar la postura, el contraste, el deslumbramiento o la distancia de trabajo. Son ayudas que sirven para recuperar la capacidad de realizar acciones cotidianas. Algunos ejemplos son bastones, luces, atriles, enhebradores de agujas, etc.
– Ayudas electrónicas: Instrumentos electrónicos o aplicaciones para adaptar otros instrumentos electrónicos a las condiciones del paciente. Por ejemplo ayudas de voz, software, aplicaciones para computadoras, smartphones y tabletas, lupas electrónicas, etc.
La parte más importante de la rehabilitación visual es el entrenamiento para aprovechar bien la capacidad visual. Un paciente con baja visión puede perder la capacidad para realizar actividades cotidianas como controlar la comida en el plato, cocinar, identificar su ropa y combinarla al vestirse, reconocer el dinero, desplazarse en transporte público, etc.
Con el soporte de las ayudas visuales, los técnicos de rehabilitación visual enseñan al paciente técnicas de orientación y movilidad y habilidades de la vida diaria, entrenándole para mejorar su día a día.
La rehabilitación visual esta orientada a brindar al paciente el apoyo necesario para recuperar un buen nivel de calidad de vida.