En época de exámenes se abusa de sustancias perjudiciales

Los medicamentos que ayudan a mejorar la capacidad intelectual son conocidos como ‘drogas inteligentes’ (smart drugs) pero son riesgosos.

La Sociedad Española de Cardiología, alerta de que, en época de exámenes, algunos estudiantes, en busca de un aumento de sus capacidades de concentración y de memoria, así como de disminución del apetito y de fatiga, abusan de ciertas sustancias que perjudican la salud cardiovascular.

La ingesta de anfetaminas y dextroanfetaminas son una de las opciones elegidas por algunos estudiantes para mejorar sus habilidades  de aprendizaje, aunque están indicadas exclusivamente para aquellas personas que padecen narcolepsia o trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Según un estudio publicado en la revista American Heart Journal, tras analizar a más de tres millones de pacientes de 18 a 44 años hospitalizados en el estado de Texas, aquellos que abusaban de las anfetaminas tenían un 61% más de posibilidades de padecer un infarto cardiaco. Y es que las anfetaminas aumentan el ritmo cardiaco y la presión arterial, facilitando la aparición de arritmias o sacando a la luz arritmias relacionadas con los cuadros de preexcitación previamente ocultos, comenta el Dr. Emilio Luengo, jefe del servicio de cardiología del Hospital General de la Defensa de Zaragoza.

Otro estudio, realizado también por la Universidad de Texas, analizó los datos médicos de  31 millones de personas de entre 18 y 49 años, hospitalizadas entre 1995 y 2007 a causa de la ingesta de anfetaminas. Con ello se descubrió que este fármaco multiplicaba las posibilidades de lesionar de modo letal a la aorta, la arteria principal de nuestro cuerpo.

Otros estudiantes, en época de exámenes, optan por fomentar sus capacidades intelectuales mediante alternativas menos agresivas, aunque igualmente perjudiciales para el corazón, abusando de bebidas energéticas o consumiendo enormes dosis de cafeína.

Las bebidas energéticas están indicadas, después de la práctica de ejercicio físico, no mental, pues contienen altas dosis de sal y azúcares que, si se toman sin justificación en cantidades muy elevadas, la tensión arterial puede elevarse o, en casos extremos, incluso puede llegar a producirse una insuficiencia cardiaca, aunque en personas jóvenes resulta muy poco habitual.

Una intoxicación por cafeína, produce taquicardia, temblores y sudoración, aunque facilite la sensación de una constante alerta. Este tipo de bebidas resultan saludables si son tomadas de manera moderada.

Algunos estudiantes también toman vasodilatadores derivados del cornezuelo del centeno y del gingko biloba para mejorar su riego cerebral y con ello creen aumentar su capacidad de estudio, pero verdaderamente no tienen ningún efecto en este sentido. Funcionan como placebo, comenta el Dr. Luengo.

Se recomienda tomar medidas mucho más sencillas para lograr un aumento del rendimiento intelectual, como respetar los periodos de descanso cada dos horas de estudio y seguir una alimentación cardiosaludable, rica en hidratos de carbono complejos, minerales (cromo, litio, magnesio, potasio, selenio, silicio, zinc) y vitaminas B y E, pues con ello se mejoran las capacidades de concentración y de memoria. El cerebro absorbe hasta el 20% de la energía que aportan los alimentos, de manera que la dieta resulta esencial, especialmente en los periodos de exámenes.




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