Los niños expuestos a humo de segunda mano en su hogar podrían ser más propensos a tener problemas de aprendizaje y conducta, de acuerdo a un estudio estadounidense a cargo del Dr. Hillel Alpert, de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
De un total de 55 mil niños norteamericanos menores de 12 años, un 6% vivía con un fumador y tenía más probabilidad de sufrir trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), comparado con los chicos de hogares sin fumadores, según el estudio publicado en Pediatrics.
Incluso luego de considerar un número de explicaciones posibles, como el ingreso y nivel de educación de los padres, el humo de segunda mano estuvo asociado con un mayor riesgo de problemas de conducta.
Los expertos ya recomiendan que los niños sean protegidos del tabaquismo pasivo o humo de segunda mano por cuestiones de salud, debido a que puede aumentar su riesgo de sufrir infecciones respiratorias, asma severa y síndrome de muerte súbita infantil.
El mensaje clave para los padres es proteger a sus niños de la exposición al humo de segunda mano. Otro factor a considerar es que los niños expuestos a menudo también tuvieron exposición intra-uterina, que fue ligada a un mayor riesgo de problemas de aprendizaje y conducta. Además, es posible que los padres que fuman hayan tenido antecedentes propios de este tipo de alteraciones en comparación con los padres no fumadores.
Los resultados están basados en un sondeo nacional de padres de 55.358 niños menores de 12 años. La estadística de que el 6% vivía con un fumador se traduce en casi 5 millones de niños expuestos al humo de segunda mano en el hogar, de acuerdo al equipo de investigadores.
Alrededor del 20% de los padres en hogares donde se fumaba dijeron que su hijo tenía al menos un tipo de desorden de la conducta, contra menos del 9% de los padres en casas sin fumadores.
Cuando el equipo del Dr. Alpert consideró la pobreza, la raza, los niveles de educación de la madre y otros factores, el tabaquismo pasivo se asoció con un aumento del 51% en el riesgo de sufrir uno de los tres desórdenes.
Los investigadores dijeron que no está claro exactamente cómo el humo de segunda mano puede contribuir con los problemas de aprendizaje o conducta. Algunos estudios especularon con que puede afectar ciertos químicos en el desarrollo cerebral de los niños. El Dr. Alpert confirma la necesidad de que los niños se mantengan alejados del humo.