El Cáncer de Cuello Uterino

El cáncer de cuello uterino es el segundo tipo de cáncer más común en mujeres, diagnosticándose más de 400.000 casos nuevos cada año. La edad media de aparición es a los 45 años

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad por la cual se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del cuello uterino.

El cuello uterino es el extremo inferior, estrecho del útero (el órgano hueco, en forma de pera donde se desarrolla el feto). El cuello uterino comunica el útero con la vagina.


El cáncer de cuello uterino generalmente evoluciona lentamente con el paso del tiempo. Antes de que el cáncer aparezca en el cuello uterino, las células, atraviesan cambios llamados displasias por los que empiezan a aparecer en el tejido del cuello del útero células que no son normales. Luego, las células cancerosas comienzan a crecer y diseminarse más profundamente en el cuello uterino y las áreas cercanas.

Cualquier cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer; no tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer. Las personas que piensan que pueden estar en riesgo deben consultar esto con su médico.

La infección del cuello uterino por el virus del papiloma humano (VPH) es la causa más común del cáncer de cuello uterino. No obstante, no todas las mujeres con infección por el VPH padecerán de cáncer de cuello uterino. Las mujeres que generalmente no se someten a una prueba de Papanicolaou para detectar el VPH o células anormales en el cuello uterino tienen mayor riesgo de padecer de cáncer de cuello uterino.

Otros factores de riesgo posibles incluyen los siguientes:

Dar a luz a muchos hijos.
Tener muchas parejas sexuales.
Mantener la primera relación sexual a una edad temprana.
Fumar.
Usar anticonceptivos orales.
Tener el sistema inmunitario débil.
Habitualmente no se presentan signos perceptibles de cáncer de cuello uterino temprano, pero puede detectarse temprano con exámenes anuales.

El cáncer de cuello uterino puede no causar signos o síntomas perceptibles. Las mujeres deben someterse a exámenes anuales, incluso una prueba de Papanicolaou para detectar células anormales en el cuello uterino. El pronóstico es mejor cuando el cáncer se encuentra en una etapa temprana.

Entre los signos posibles de cáncer de cuello uterino se incluyen sangrado vaginal y dolor pélvico.

Estos y otros síntomas pueden ser causados por el cáncer de cuello uterino. Otras afecciones pueden ocasionar los mismos síntomas. Debe consultar con un médico si se presenta cualquiera de los siguientes problemas:

Sangrado vaginal.
Flujo vaginal inusual.
Dolor pélvico.
Dolor durante las relaciones sexuales.
Para detectar  y diagnosticar el cáncer de cuello uterino, se utilizan pruebas que examinan el cuello uterino.

Se pueden utilizar los siguientes procedimientos:

Prueba de Papanicolaou: procedimiento para recoger células de la superficie del cuello uterino y la vagina.   
Frotis de Pap. Se introduce un espéculo en la vagina para ensancharla. Luego, se introduce un cepillo en la vagina para obtener células del cuello uterino. Las células se observan bajo un microscopio para determinar si hay signos de enfermedad.

Prueba del virus del papiloma humano (VPH): prueba de laboratorio que se usa para analizar el ADN para determinar si hay ciertos tipos de infección por el VPH. Se recogen células del cuello uterino y se revisan para determinar si la causa de una infección es un tipo de virus del papiloma humano que se relaciona con el cáncer de cuello uterino. Esta prueba se puede hacer si los resultados de un frotis de Pap muestran ciertas células anormales en el cuello uterino. Esta prueba también se llama prueba de ADN para el VPH.
Colposcopia: procedimiento mediante el cual se usa un colposcopio (un instrumento con aumento y luz) para determinar si hay áreas anormales en la vagina o el cuello uterino. Se pueden extraer muestras de tejido con una cureta  para observarlas bajo un microscopio y determinar si hay signos de enfermedad.
Biopsia: si se encuentran células anormales en una prueba de Pap, el médico puede realizar una biopsia. Se corta una muestra de tejido del cuello uterino para que un patólogo la observe bajo un microscopio y determine si hay signos de cáncer. Una biopsia en la que solo se extrae una pequeña cantidad de tejido se realiza generalmente en el consultorio del médico. Puede ser necesario que la mujer vaya a un hospital para que se le practique una biopsia de cono cervical (extracción de una muestra más grande de tejido cervical, en forma de cono).
Examen pélvico: examen de la vagina, el cuello uterino, útero, las trompas de Falopio, los ovarios y el recto. El médico introduce uno o dos dedos cubiertos con guantes lubricados en la vagina, mientras que con la otra mano ejerce una ligera presión sobre el abdomen para palpar el tamaño, la forma y la posición del útero y los ovarios. También se introduce un espéculo en la vagina y el médico observa la vagina y cuello uterino para detectar signos de enfermedad. Habitualmente se lleva a cabo una prueba de Papanicolaou del cuello uterino. El médico  también introduce un dedo enguantado y lubricado en el recto para palpar masas o áreas anormales. 
 Legrado endocervical: procedimiento mediante el cual se recogen células o tejidos del canal del cuello uterino mediante una cureta. Se pueden extraer muestras de tejido y observarlas bajo un microscopio para determinar si hay signos de cáncer. Algunas veces, este procedimiento se lleva a cabo al mismo tiempo que la colposcopia.
Ciertos factores afectan el pronóstico  y las opciones de tratamiento.

El pronóstico depende de los siguientes aspectos:

La edad y el estado general de salud de la paciente.
Si la paciente tiene o no cierto tipo de virus del papiloma humano.
El estadio del cáncer (si el cáncer afecta parte del cuello uterino, todo el cuello uterino o se diseminó hasta los ganglios linfáticos u otros lugares del cuerpo).
El tipo de cáncer de cuello uterino.
El tamaño del tumor.
Las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:

El estadio del cáncer.
El tamaño del tumor.
Si la paciente desea tener hijos.
La edad de la paciente.
El tratamiento del cáncer de cuello uterino durante el embarazo depende del estadio del cáncer y la etapa del embarazo. Para los casos de cáncer de cuello uterino detectados temprano o para los casos de cáncer detectados durante el último trimestre del embarazo, se puede demorar el tratamiento hasta el nacimiento del bebé.

Después de diagnosticarse el cáncer de cuello uterino, se realizan pruebas para determinar si las células cancerosas se diseminaron dentro del cuello uterino o hasta otras partes del cuerpo.

El proceso utilizado para determinar si el cáncer se ha diseminado dentro del cuello uterino o hasta otras partes del cuerpo se llama estadificación. La información obtenida en el proceso de estadificación determina el estadio de la enfermedad. Es importante conocer el estadio de la enfermedad para planificar el tratamiento. En el proceso de estadificación, se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos:

Radiografía del tórax: radiografía de los órganos y huesos del interior del pecho.

Exploración por TC (exploración por TAC): procedimiento mediante el cual se toma una serie de imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos x. Es posible que se inyecte o se ingiera un tinte para que los órganos o tejidos se destaquen más claramente en la radiografía. Este procedimiento también se llama tomografía computarizada o tomografía axial computarizada.
Linfangiografía: procedimiento que se usa para tomar radiografías del sistema linfático. Se inyecta un tinte en los vasos linfáticos de los pies. El tinte viaja hacia arriba a través de los ganglios linfáticos y los vasos linfáticos, y se toman radiografías para determinar si hay algún bloqueo. Esta prueba ayuda a determinar si el cáncer se diseminó hasta los ganglios linfáticos.
Estadificación quirúrgica pretratamiento: se realiza una cirugía  para determinar si el cáncer se diseminó dentro del cuello uterino o hasta otras partes del cuerpo. En algunos casos, el cáncer de cuello uterino se puede extirpar al mismo tiempo. La estadificación quirúrgica pretratamiento habitualmente se realiza solo como parte de un ensayo clínico.
Ecografía: procedimiento en el cual se hacen rebotar ondas sonoras de alta energía  en tejidos u órganos internos y se crean ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos corporales que se llama sonograma.
IRM (imágenes por resonancia magnética): procedimiento para el que se utiliza un imán, ondas de radio y una computadora para crear imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
Biopsia por aspiración con aguja fina: extracción de tejido o líquido mediante una aguja fina.
Los resultados de estas pruebas se consideran junto con los resultados de la biopsia original del tumor para determinar el estadio del cáncer de cuello uterino.

El cáncer se disemina en el cuerpo de tres maneras.

A través del tejido. El cáncer invade el tejido normal que lo rodea.
A través del sistema linfático. El cáncer invade el sistema linfático y circula por los vasos linfáticos hasta otros lugares en el cuerpo.
A través de la sangre. El cáncer invade las venas y los capilares, y circula por la sangre hasta otros lugares en el cuerpo.


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