En muchos países, las recomendaciones sobre cuánto alcohol podemos consumir sanamente están basadas en una medida de unidades diarias.
Pocos entienden lo que es una unidad de alcohol y cuántas unidades hay una bebida.
En el Reino Unido, por ejemplo, se recomienda a los hombres no beber más de tres o cuatro unidades al día (dos vasos regulares de vino o dos botellas pequeña de cerveza clara). Y a las mujeres no beber más de dos o tres unidades diarias (un vaso regular de vino o una botella pequeña de cerveza clara).
Un nuevo informe del parlamento británico afirma que estas recomendaciones sobre consumo diario son confusas y parecen estar alentando a la gente a beber todos los días, según el Comité de Ciencia y Tecnología, para evitar los riesgos a la salud la gente debe abstenerse totalmente durante al menos dos días a la semana.
Según los parlamentarios, existen demasiadas confusiones sobre las recomendaciones de cuánto alcohol debe beber la gente.
En 1987, los expertos en salud introdujeron en el Reino Unido una serie de consejos sobre cuántas unidades de alcohol debían consumir hombres y mujeres a la semana, en 1995, se cambiaron esas recomendaciones y se introdujo el consejo de cuántas unidades beber diariamente.
En ese mismo documento se establecía que después de una sesión de consumo excesivo de alcohol las personas debían dar a su organismo al menos 48 horas sin alcohol para recuperarse, ahora el Comité parlamentario cree que este enfoque parece alentar a la gente a beber todos los días.
El informe agrega que también sería beneficioso establecer un límite más bajo para las personas de mayor edad.
Se considera una unidad a un volumen de 10 mililitros (8 gramos) de alcohol etílico. En un adulto sano, el hígado, tarda aproximadamente una hora en procesar una unidad (8 gramos) de alcohol.
Se considera una unidad a un volumen de 10 mililitros (8 gramos) de alcohol etílico. El problema, dicen los expertos, es que parece haber mucha confusión en el entendimiento de cuántas unidades de alcohol tiene una bebida.
La Organización Mundial de la Salud calcula que el uso dañino de alcohol causa unos 2,25 millones de muertes prematuras cada año en el mundo y es responsable del 4,5% de la carga global de enfermedades, incluso cuando se toman en cuenta los efectos protectores del consumo bajo y moderado.