Mantenerse en forma siempre es importante, y durante el embarazo cobra especial importancia. La decisión de realizar ejercicio durante esta etapa debe estar avalada por el especialista ginecobstetra que se encuentre a su cargo.
El evaluará mediante algunos estudios y un ultrasonido si es conveniente para usted. La neonatóloga Estela Solórzano, dice que para indicar el ejercicio en una mujer gestante, también debe tomarse en cuenta el ritmo cardiaco del bebé, porque aunque la mujer se encuentre en buenas condiciones físicas, el feto puede no estarlo.
Después de estudiar estas condiciones y si todo marcha bien, el ejercicio moderado puede fortalecer los músculos que usará en el parto, como los del abdomen, la pelvis y la parte baja de la espalda, mejorando la flexibilidad y eliminando el estrés. Además, el ejercicio puede mejorar su postura y aliviar molestias como tensión en la espalda y calambres en las piernas. Por otra parte, también aumenta su resistencia y vigor, ayuda a gastar las calorías que esté consumiendo en exceso, ayuda a oxigenar su sangre y la del bebé, además de mejorar considerablemente su condición física, indispensable en el momento del parto.
Las actividades deportivas más recomendables para la mujer embarazada son:
– La natación.
– Caminatas
– Pilates
– Bicicleta sin mayor resistencia
– Yoga
– Zumba de bajo impacto
– Bailar sin giros o posturas extravagantes
Es recomendable tomar ciertas precauciones al ejercitarse:
•El ejercicio mal realizado puede traer lesiones en espalda o cuello, es por eso que se recomienda mantener inclinada la pelvis y la espalda recta.
•Se debe descansar bien, hay que tener cuidado con la respiración agitada y con la fatiga, sin esforzarse demasiado.
•No excederse en la frecuencia, se recomienda realizar actividad al menos 3 veces por semana y no más de 5.
•Evite brincar, hacer presión abdominal o arquear la espalda, podría tener lesiones graves.
•La hidratación es muy importante, es recomendable tomar de 2 a 3 litros de agua durante el embarazo, y al hacer ejercicio antes durante y después del entrenamiento en pequeños sorbos.
•No hacer esfuerzos muy grandes como correr o levantar cosas pesadas.
Ahora bien, es muy importante consultar al especialista antes de realizar cualquier rutina de ejercicios. Una vez que él lo autorice seguramente lo disfrutará y le ayudará a disminuir la ansiedad y el estrés, muy comunes durante esta etapa.