Al acudir a urgencias médicas, el 67 % de los niños llegan automedicados por sus padres, los efectos adversos registrados son bajos, por tratarse sobre todo de analgésicos y antipiréticos. La automedicación con antibióticos registrada ha resultado más baja que en el caso de los adultos.
En los casos de pacientes automedicados, el 28.4 % estaban tomando una dosis inferior a la necesaria, puesto que los padres suelen administrar la misma dosis que en la última ocasión, sin tener en cuenta el aumento de peso de los niños. Las reacciones adversas registradas por estos casos de automedicación han sido menores que en el caso de fármacos administrados con receta médica, por tratarse de medicamentos de mayor riesgo que los analgésicos.
El 6.9 % de los niños atendidos estaba tomando medicamentos que no eran necesarios, sobre todo antibióticos en casos de infecciones virales, con el riesgo de generar resistencias. Un 10.4% de los pacientes pediátricos participantes en el estudio registraron reacciones adversas a algunos medicamentos, requiriendo ingreso al hospital el 0.6 % de los casos.
Otro de los resultados es que se registra un mayor número de niños que de niñas entre los pacientes pediátricos atendidos en Urgencias, especialmente entre 1 y 2 años de edad. Además, entre las reacciones adversas a medicamentos registrados, los niños suelen sufrir más erupciones cutáneas, mientras que las niñas sufren más episodios de vómitos. Estas reacciones adversas, junto a las diarreas, son las más frecuentes en los pacientes pediátricos.
La investigación fue premiada en el último Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria, como La Mejor Presentación.