El equipo a cargo de la Dra. JoAnn Manson, directora del Women’s Health Initiative y profesora de la Facultad de Medicina de Harvard, determina que entre 2009 y el 2010 menos del 5% de las mujeres mayores de 40 años que ya habían pasado por la menopausia utilizaron estrógeno o estrógeno más progestina, comparado con el 22% en 1999 y el 2000.
En 2002, Women’s Health Initiative determinó que el consumo de estrógeno más progestina elevaba el riesgo de tener un accidente cerebrovascular o desarrollar enfermedad cardíaca o cáncer mamario, las mujeres que están más distantes del inicio de la menopausia y tienen alto riesgo cardiovascular padecen efectos adversos con la terapia hormonal, no debe usarse para prevenir la enfermedad coronaria u otras dolencias crónicas pues está asociada con algunos riesgos.
El nuevo estudio, realizado con una encuesta a más de 10.000 mujeres, muestra una reducción sostenida y respalda los resultados de estudios previos en el corto plazo.
El aumento del riesgo en desarrollar cáncer mamario fue uno de los principales motivos por el que la población comenzó a dejar de utilizar la terapia hormonal, las hormonas son el tratamiento más efectivo para los síntomas moderados y graves de la menopausia, como los sofocos y la sudoración nocturna, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EUA recomienda utilizar la dosis más baja durante el menor tiempo posible.
Se recomienda que esas mujeres conversen con el médico sobre los riesgos y los beneficios de la terapia hormonal.
Fuente: Obstetrics & Gynecology