El azúcar añadida en las bebidas y comidas da cuenta de casi el 16% de las calorías consumidas por niños y adolescentes, informan las autoridades federales de salud.
Eso es muy superior a la recomendación diaria de no más del 15% de las calorías provenientes del azúcar y de la grasa, según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EUA,
Los resultados del estudio se publicaron en la revista National Center for Health Statistics Data Brief.
Observar el consumo de azúcar añadido en los niños debido a la significativa prevalencia de obesidad infantil y al hecho de que las directrices de salud recomiendan que 5 a 15% de las calorías provengan de azúcares o grasas añadidas, explica la investigadora Cynthia Ogden, epidemióloga del Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
Aunque el consumo de azúcares añadidos se redujo desde 2008, sigue por encima de los niveles recomendados, dijo. Los chicos consumen unas 362 calorías al día de azúcar añadido, y las chicas unas 282 calorías diarias.
El consumo de azúcar también aumentó a medida que los niños crecieron, los chicos en edad preescolar consumían 13.5% de las calorías en forma de azúcares añadidos, mientras que los chicos de 6 a 11 consumían el 16.6% de sus calorías como azúcares añadidos, y los de 12 a 19 consumían el 17.5% de sus calorías como azúcares añadidos.
En general, alrededor del 41% del azúcar añadido provenía de bebidas, y el resto de alimentos.
Los puntos más importantes del informe incluyen:
•Los azúcares añadidos conforman una mayor proporción de las dietas de los niños y adolescentes.
•Los azúcares añadidos de los alimentos tuvieron un mayor papel que los azúcares de las bebidas.
•Se consumían más azúcares añadidos en casa que fuera de casa.
Aunque el azúcar en sí no es malo, un exceso de azúcares añadidos aumenta el riesgo de obesidad, diabetes, triglicéridos altos, colesterol alto, enfermedad cardiaca.
La persona encargada de la comida en casa debe evaluar las opciones con muchísimo cuidado. Obviamente, la comida basura, las galletas, los postres y los refrescos son ricos en azúcar y en calorías sin valor nutritivo, pero los azúcares añadidos se ocultan en lugares inesperados, como los refrigerios de fruta seca, el té helado instantáneo, los chips de plátano, el ponche de frutas, las cajas de mezclas para postres, las palomitas de maíz de caramelo sin grasa, los nuggets de pollo, el kétchup, la salsa de barbacoa, la salsa tártara y los aderezos de ensalada sin grasa.
Entre las formas de reducir la ingesta de azúcar se hallan comprar menos comidas procesadas listas para consumir, congeladas y empaquetadas; hornear en casa y usar menos azúcar; tener agua, leche sin grasa y agua con gas de sabores; hacer su propio aderezo de ensalada; y tener fruta fresca cortada disponible como postre y refrigerio, también recomendó leer la lista de ingredientes en las comidas y revisar si contienen azúcares ocultos, como: jarabe de arroz integral, dextrosa, fructosa, melaza, sacarosa, edulcorante de maíz, jarabe de cebada malteada, concentrados de jugo de fruta, glucosa, jarabe de jugo de caña y sorgo.
Dados los niveles notoriamente altos de obesidad y diabetes infantiles, estamos en una situación en que el azúcar ayuda a crear males de salud que luego se tienen que tratar con amargos medicamentos.