Un efecto protector en las mujeres puede explicar uno de los mayores misterios del autismo, el motivo de que los niños tengan cinco veces más probabilidades que las niñas de desarrollar el trastorno del espectro autista.
Un nuevo estudio dirigido por la Dra. Elise Robinson, profesora del departamento de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston, sugiere que las niñas en desarrollo son mucho más capaces de combatir la presión genética de desarrollar síntomas de autismo que los niños.
Los hallazgos podrían llevar a una mejor comprensión del trastorno del espectro autista, asegura la Dra. Robinson, se calcula que 1 de cada 88 niños de EUA padecen el trastorno del espectro autista, la afección, que puede ir de leve a grave, se caracteriza por problemas con la comunicación y la interacción social.
Según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de EUA, los niños tienen casi cinco veces más probabilidades que las niñas de sufrir de alguna forma del trastorno, la incidencia es de 1 por cada en 54 niños, frente a 1 por cada 252 niñas.
Hay muchas teorías sobre el motivo de la existencia de esta «brecha sexual» en el autismo. Una idea es que los niños se ven amenazados en el útero por la exposición a la testosterona, la hormona masculina. Otra teoría es que las niñas podrían estar de alguna forma mejor protegidas inherentemente contra la amenaza de la afección.
Generalmente, los niños tienen más tendencia a desarrollar trastornos neurológicos que las niñas, comenta el Dr. Andrew Zimmerman, director de ensayos clínicos del Centro Lurie de Autismo del Hospital General de Massachusetts.
Los hombres son más vulnerables, las mujeres tienen dos cromosomas X, así que si hay un problema en uno, tienen otro de repuesto. Por otro lado, los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y, que tiene muy pocos genes.
El nuevo estudio aparece en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los investigadores sobre genética deben pasar más tiempo estudiando a las familias con niñas autistas para comprender mejor el trastorno, concluye el equipo de investigación.
Fuente: Harvard Medical School